Cual-Tribulacion

 
 

¿Cuál Tribulación?

Por David Vaughn Elliott


¿Pasarán los cristianos la Tribulación? ¿Comenzará la Tribulación dentro de diez años? Tales preguntas populares presentan un problema. El problema no es que alguien pueda recibir contestaciones equivocadas. El problema es que las preguntas en sí pueden estar equivocadas. ¿“La Tribulación”? ¿Cuál tribulación?

El Punto de Vista Popular de la Tribulación

La creencia popular futurista hoy día es que la Tribulación tomará lugar en el futuro cercano por un período de siete años. Se cree que será el peor período de sufrimiento que el mundo jamás conocerá. Muchos piensan que la iglesia no sufrirá durante la Tribulación porque el Rapto ocurrirá primero.

El reclamo común del futurismo es que grandes porciones de la profecía bíblica serán cumplidas en la Tribulación venidera. Iguala este período con la semana final de la profecía de las setenta semanas de Daniel. Afirma que Mateo 24, Marcos 13, y 2 Tesalonicenses 2 serán todos cumplidos en ese breve período venidero. Enseña que todos los eventos terribles en el libro de Apocalipsis desde el capítulo 6 hasta el capítulo 18 serán cumplidos durante ese período de siete años.

La pregunta que pocas personas hacen es, “¿Cuál tribulación?” Un estudio cuidadoso de la Biblia revela que no existe tal cosa como una sola Tribulación.

“Muchas Tribulaciones”

“Tribulación” no es una palabra que la mayoría de nosotros utilizamos frecuentemente, pero tampoco es una palabra extraña ni técnica. Sencillamente significa gran aflicción, opresión, o sufrimiento. “Tribulación” en su forma singular se encuentra veinticinco veces en el Nuevo Testamento.(1) El plural se encuentra doce veces adicionales. Estos textos hacen referencia a grandes sufrimientos en muchos tiempos y lugares diferentes.

Pablo y Bernabé lo hicieron claro a los nuevos cristianos en el área que ahora es Turquía: “Es menester que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el reino de Dios” (Hechos 14:22). “Menester… muchas”. En 2 Tesalonicenses 1:4 Pablo habla de “todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis”. “Todas vuestras… tribulaciones”.

Es un error pensar que la tribulación no puede tocar a los cristianos. El mensaje del evangelio no es uno que promete una vida de sosiego. La tribulación no es un período definido en nuestro futuro. La tribulación puede venir frecuentemente a los seguidores de Cristo.

“Sí”, el futurismo dice, “pero cuando hablamos de ‘la Tribulación’, tenemos en mente a ‘la Gran Tribulación’”. Realmente “gran tribulación” es un tema en sí y merece un estudio más largo. El artículo “Tres Grandes Tribulaciones” demuestra que la Biblia utiliza el término “gran tribulación” solamente tres veces proféticamente. Además, la Biblia nunca utiliza esta expresión para referirse a un período de siete años en nuestro futuro.

Varios Puntos de Vista Premilenaristas

El premilenarismo futurista se divide en tres campos basados en el tiempo del Rapto con relación a la Tribulación: pre-tribulacionismo, medio-tribulacionismo, y pos-tribulacionismo. El pre-tribulacionismo es el grupo más grande y más popular. Este punto de vista es pre-milenarista porque mantiene que Jesús vendrá a la tierra antes de un milenio literal. Es pre-tribulacionista porque mantiene que la venida de Cristo en el Rapto ocurrirá antes de la Tribulación. Así, creen que los eventos toman lugar en este orden: el Rapto, la Tribulación, la Segunda Venida, y finalmente el Milenio. Puesto que éste es el punto de vista más popular, es el punto de vista que se discute aquí.

Hal Lindsey explica la dificultad que enfrentan los tres campos:

Como un ejemplo el Dr. Gundry [un pos-tribulacionista] repetidamente dice que el pre-tribulacionismo se basa mayormente en argumentos de inferencia y de silencio. Hasta cierta medida esto es cierto. Pero este es el gran punto: Todos [itálicas por Lindsey] los puntos de vista se han desarrollado hasta cierto grado basado en argumentos de inferencia y silencio.
La verdad del asunto es que ni el pos- ni el medio- ni el pre-tribulacionista puede señalar ni un solo versículo que diga claramente que el rapto ocurrirá antes de, a mitad de, o después de la tribulación.(2)

Será beneficioso examinar estas inferencias para determinar si en verdad son justificadas o si son contrarias a la Biblia.

¿Son Los Cristianos Protegidos de la Ira?

Una inferencia común mencionada por varios maestros del futurismo (pre-tribulacionista-premilenarismo) es más o menos así: La tribulación es un tiempo de ira. Dios prometió liberar a los cristianos de la ira. Por tanto, el Rapto sacará a los cristianos del mundo antes de la Tribulación. Dos textos principales que se usan como prueba son: 1 Tesalonicenses 1:10 y 5:9:

Y esperar de los cielos a su Hijo, al cual resucitó de los muertos, a Jesús, quien nos libra de la ira venidera… Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo.

La presunción que no se ha probado en este argumento popular es que cuando estos textos hablan de “ira”, hacen referencia a una tribulación futura de siete años en la tierra. El argumento presume lo que hay que probar. La ira se menciona en muchos distintos contextos desde Génesis hasta Apocalipsis. Es otra palabra genérica como tribulación, que de ninguna manera se limita a un evento o un período exclusivo. Ira es sencillamente gran enojo. En cualquier situación, la ira de una persona puede causar la tribulación de otra persona, pero cada situación individual tiene que examinarse para aprender el tiempo, el lugar y las personas envueltas en esa tribulación o ira en particular.

Los textos citados arriba indican que los santos son protegidos de la ira. Sí, pero tenemos que preguntar de qué ira son protegidos. Los cristianos ciertamente no son protegidos de toda ira. Moisés, un santo bajo el antiguo pacto, experimentó la ira de Faraón (Hebreos 11:27). Jesús experimentó la ira de los Nazarenos (Lucas 4:28-29). Los cristianos del primer siglo sufrieron la ira de los paganos de Éfeso (Hechos 19:28). El libro de Apocalipsis habla de creyentes verdaderos que sufren la ira de Satanás (12:12; 14:8; y 18:3). Claramente, los seguidores de Dios no son protegidos de toda ira.

Aparte de tales ejemplos de ira, es verdad que la mayoría de las treinta y seis veces que “ira” se menciona en el Nuevo Testamento, tiene referencia a la ira de Dios. La pregunta permanece: cuando las Escrituras hablan de que los cristianos son protegidos de la ira futura, ¿a cuál ira se refiere? En vez de meramente siete años de ira, ¿podría ser una protección de la ira eterna de Dios? Varios textos claramente señalan la ira eterna de Dios sobre los perdidos —en contraste con la vida eterna para los redimidos.

Juan 3:36 dice: “El que cree en el Hijo, tiene vida eterna; mas el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida, sino que la ira de Dios permanece sobre él”. Así que Jesús hace un contraste entre la ira de Dios y la vida eterna. Es un paralelo claro a tales textos como Mateo 25:46: “E irán éstos al castigo eterno, mas los justos a la vida eterna”.

De la misma manera, Romanos 2:7-9 hace un contraste entre los que, por un lado, reciben “ira… enojo… tribulación y angustia”, y los que, por otro lado, reciben “vida eterna”. Dos grupos: uno perdido, otro salvado; uno va a perecer, otro va a vivir; uno va a sufrir eternamente la ira de Dios y otro va a disfrutar la vida eterna.

Después de considerar tales versículos, nunca podemos presumir que un versículo que hable acerca de “ira” hable de un supuesto período futuro de siete años. Es mucho más probable que tales pasajes hablen de la ira eterna, también llamada “la muerte segunda”, “el lago de fuego”, y “el infierno”. Esta es la ira de la cual Jesús nos salva por Su muerte en la cruz.

¿Está Ausente la Iglesia
desde Apocalipsis capítulo 4 hasta el 18?

Hay otra inferencia mencionada frecuentemente por la cual los pre-tribulacionistas llegan a la conclusión de que “el Rapto” sucederá antes de la Tribulación. La interpretación futurista enseña que Apocalipsis capítulos 6 al 18 hablan de una tribulación futura durante siete años. Ellos argumentan que la iglesia no está presente en todos estos capítulos, sino que fue quitada en el Rapto al principio del Capítulo 4. John Walvoord, quien era presidente de “Dallas Theological Seminary” por treinta y cuatro años, y es un portavoz principal para este punto de vista, escribe:

La palabra ‘iglesia,’ que es prominente en los capítulos 2-3, no reaparece sino hasta el 22:16 aunque la novia se menciona en el 19:7, que sin duda es una referencia a la iglesia. La ausencia total de toda referencia a la iglesia, y de todo sinónimo de la palabra iglesia en los capítulos 4-18 es altamente significativa.(3)

Hay que escudriñar esta declaración cuidadosamente. El Sr. Walvoord tiene razón al indicar que la palabra “iglesia(s)” no aparece en los capítulos 4-18. También tiene razón al aceptar “novia” (“esposa”) en 19:7 como una referencia a la iglesia. (Algunas versiones leen “esposa” en vez de “novia”.) Sin embargo, su declaración de que “la ausencia total de toda referencia a la iglesia, y de todo sinónimo de la palabra iglesia en los capítulos 4-18” requiere investigación cuidadosa (itálicas mías). Sí, la palabra específica “iglesia” está ausente. Sin embargo, él mismo dice que la novia es una referencia a la iglesia y reconoce la validez de sinónimos de la iglesia. Por tanto, basado en sus propios argumentos, la ausencia total de la palabra precisa “iglesia” no es de ninguna manera el equivalente de una ausencia total de cualquier referencia a la iglesia en estos capítulos.

El Sr. Walvoord correctamente acepta “novia” (“esposa”) como una referencia a la “iglesia”. Esto hace claro que no considera que la iglesia sea un edificio como muchas personas creen. Más bien, él correctamente entiende que la iglesia de Jesús se compone de personas, en este caso colectivamente llamada la novia o esposa del Cordero. ¿Qué estudiante de las Escrituras no sabe que hay muchos términos en el Nuevo Testamento que hacen referencia a la iglesia? —novia y esposa son unos de los términos menos comunes. Hay términos como cristianos, cuerpo de Cristo, discípulos, familia de Dios, y santos. Estos términos hacen referencia a la iglesia tanto como a un cuerpo colectivo como a los individuos que forman ese cuerpo.

En el Nuevo Testamento, los santos no son individuos muertos a los cuales oramos para que hagan milagros. En todo el Nuevo Testamento excluyendo Apocalipsis, los santos mencionados casi siempre son cristianos en la tierra, la iglesia de Jesucristo. La equivalencia entre iglesia y santos, como también la definición de santos, se ve en 1 Corintios 1:2: “a la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos” (itálicas mías). Luego en la misma epístola, Pablo hace mención de “todas las iglesias de los santos” (14:33). En 15:9 él dice, “perseguí a la iglesia”, mientras que en Hechos 26:10 él dice, “Yo encerré en cárceles a muchos de los santos”. Encerrar a los santos en la prisión era igual a perseguir a la iglesia. El futurismo mismo claramente entiende que la iglesia se compone de santos —uno de sus argumentos fuertes a favor del Rapto es el contraste entre Jesús venir “por los santos” y Su venida “con los santos”. El futurismo enseña que Jesús vendrá por los santos en el tiempo del Rapto de la iglesia. Enseña que Jesús vendrá con los santos cuando Él regrese a la tierra con la iglesia. En ambos casos, el futurismo claramente hace equivalente los santos con la iglesia. (Para más información sobre “por los santos” y “con los santos”, ver el artículo “El Rapto”.)

En el libro de los Hechos y en las epístolas, el término “santos” (plural) se encuentra en cincuenta y nueve versículos. ¿Quién argumentaría que, en casi todos estos textos, los santos mencionados son los miembros de la iglesia de Jesucristo? Cuando el libro de los Hechos y las epístolas hacen referencia a los santos, casi siempre hacen una “referencia a la iglesia”.

Con esto en mente, vamos a los capítulos en cuestión —Apocalipsis 4 al 18. Aquí leemos de “las oraciones de todos los santos” (8:3-4), “la paciencia y la fe de los santos” (13:10), y la gran ramera “ebria de la sangre de los santos” (17:6). En total, el término “santos” se encuentra trece veces en estos capítulos. Esto es más veces que las que la palabra “santos” se encuentra en el libro de los Hechos o cualquier epístola individual. Por consecuencia, con estas trece referencias directas a santos, hay que presumir que se hace referencia a la “iglesia” en Apocalipsis 4 al 18. De hecho, en Apocalipsis 19:7-8 donde la novia/esposa se menciona, se nos dice: “han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido vestirse de lino fino, limpio y resplandeciente; porque el lino fino es las acciones justas de los santos”. El futurismo acepta la esposa como la iglesia, y este texto, inmediatamente después de los capítulos en cuestión, demuestra que la esposa/iglesia se compone de los santos. Sencillamente, no hay nada de verdad en el reclamo del futurismo de que hay una “ausencia total” de “todo sinónimo de la palabra iglesia” en Apocalipsis 4 al 18.

¿Tiene Jesús Dos Cuerpos?

La escritura proclama que hay “un solo cuerpo” (Efesios 4:4). En contraste a esta doctrina, la presunción falsa de que Apocalipsis 6 al 18 hace referencia a una tribulación de siete años sin la presencia de la iglesia ha llevado a los futuristas a promover una enseñanza falsa que envuelve dos cuerpos. Apocalipsis 7:9-14 indica que multitudes serán salvos durante la gran tribulación. Puesto que la iglesia está supuestamente ausente, el futurismo se ve obligado a empujar un reclamo de que hay dos cuerpos de santos. El futurismo coloca a “santos de la iglesia” en un cuerpo de creyentes y a “santos de la Tribulación” en otro cuerpo de creyentes.

Según el futurismo:

  1. “Los santos de la iglesia” son salvos de la ira, que es el equivalente de un futuro siete años de Tribulación.

  2. “Los santos de la Tribulación” pueden sufrir ira y la sufrirán.

  3. “Los santos de la iglesia” y “los santos de la Tribulación” son dos clases de santos, que forman dos cuerpos de almas salvadas.

Hay que mantener en mente que ninguna interpretación de la profecía es aceptable si contradice la clara doctrina del Nuevo Testamento.

Según las Escrituras ya citadas y otras que vienen a continuación:

  1. Los santos de la iglesia son salvos de la ira eterna, sin embargo, sufren tribulación en este mundo.

  2. Los santos de la tribulación no sufren la ira eterna de Dios.

  3. Los santos de la iglesia son los santos de la tribulación. Jesús tiene un solo cuerpo.

Todos los Santos son Santos de la Tribulación

El futurismo falla al no distinguir entre ira y tribulación. Como hemos visto, la palabra “ira” en el Nuevo Testamento más a menudo se refiere a la ira de Dios contra los que le desobedecen. En contraste, la palabra “tribulación” en el Nuevo Testamento más a menudo se refiere a lo que los cristianos sufren a manos de los enemigos de Dios. Por ejemplo, en Mateo 24:9 Jesús dijo a Sus discípulos: “os entregarán a tribulación, y os matarán”. En otro lugar, Él hace referencia a tiempos cuando “viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra” (Marcos 4:17). Pablo dijo de sí mismo: “me esperan cadenas y tribulaciones” (Hechos 20:23). De hecho, veintisiete de las treinta y siete veces que se encuentra en el Nuevo Testamento, “tribulación” hace referencia a persecución, aflicciones, y sufrimiento experimentado por los seguidores fieles de Jesucristo. Es un gran error, por tanto, considerar que la ira sea equivalente a la tribulación. La enseñanza de las Escrituras sobre la protección de los cristianos de la “ira venidera” no tiene nada que ver con los cristianos ser protegidos de la tribulación en la tierra. Como hay que hacer con todas las palabras, cada texto que menciona ira o tribulación tiene que ser estudiado en su propio contexto para aprender exactamente el tema de ese texto.

Pablo escribe en 2 Tesalonicenses 1:4: “tanto, que nosotros mismos nos gloriamos de vosotros en las iglesias de Dios, por vuestra paciencia y fe en todas vuestras persecuciones y tribulaciones que soportáis”. En Apocalipsis 2:9 se habla de la tribulación de la iglesia en Esmirna: “Yo sé tus obras, y tu tribulación, y tu pobreza (pero eres rico)”.

Muy lejos de enseñar que Dios no permitirá que los cristianos pasemos por tribulación, la Palabra enseña que la tribulación puede ser hasta beneficiosa espiritualmente, independientemente de cuál sea su origen: “Y no sólo esto, sino que también nos gloriamos en las tribulaciones, sabiendo que la tribulación produce paciencia; y la paciencia, carácter probado; y el carácter probado, esperanza” (Romanos 5:3-4). La tribulación puede desarrollar el carácter cristiano en nosotros, si estamos dispuestos a recibir estos resultados. En Romanos 12:12 nos manda a ser “sufridos en la tribulación.” La tribulación nos ayuda a crecer en Cristo, si lo permitimos.

Jesús Lo Prometió

Jesús no sólo caminó en el sendero del sufrimiento, Él prometió lo mismo para nosotros. “Estas cosas os he hablado para que tengáis paz en mí. En el mundo tendréis aflicción; pero tened ánimo, yo he vencido al mundo” (Juan 16:33). “En el mundo tendréis aflicción (tribulación)”. Jesús lo dijo y eso lo resuelve.

La parábola de Jesús del sembrador se puede considerar una profecía generalizada de lo que sucederá mientras se predica el evangelio. Considere la semilla sembrada en pedregales. “Cuando viene la tribulación o la persecución por causa de la palabra, en seguida sufren tropiezo” (Marcos 4:17). Así que, los cristianos no deben sorprenderse cuando otros cristianos caen por causa de la tribulación. Al mismo tiempo nosotros mismos somos advertidos para que no caigamos de la misma manera. Los cristianos superficiales buscan una vida donde Dios resuelve todos sus problemas. Ellos esperan que la vida cristiana sea un éxtasis emocional continuo. Cuando los tiempos difíciles vienen por causa de servir a Dios, a menudo se dan por vencidos.

Los cristianos maduros, por otro lado, aprenden a manejar la tribulación con la ayuda del Salvador quien dio el ejemplo con todos Sus propios sufrimientos. Los cristianos maduros aprenden a crecer más allá de las murmuraciones y las quejas. Aprenden a decir con el apóstol Pablo:

Sé vivir en escasez, y sé vivir en abundancia; en todo y por todo he aprendido el secreto, lo mismo de estar saciado de que tener hambre, lo mismo de tener abundancia que de padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece (Filipenses 4:12-13).

Las Escrituras nos dicen que debemos depender de nuestro “Dios… el cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que nosotros podamos consolar a los que están en cualquier tribulación” (2 Corintios 1:3-4).

Juan el Apóstol
Estaba en la Tribulación

Juan, el apóstol, escribió el libro de Apocalipsis algunos veinticinco años después de la destrucción de Jerusalén. En ese tiempo estaba en el exilio por orden de Domiciano, el emperador romano. ¿Cómo veía él su situación?

Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo, estaba en la isla llamada Patmos, por causa de la palabra de Dios y el testimonio de Jesucristo (1:9, itálicas mías).

¡Juan dijo claramente que estaba “en la tribulación” y también “en el reino”! Desde el punto de vista de Juan, ni la tribulación, ni el reino quedaban a dos mil años en el futuro. Ya estaba en el reino. Ya estaba en la tribulación. Estas palabras introductorias ciertamente tienen una gran importancia en la interpretación correcta de la tribulación y el reino en el libro entero de Apocalipsis.

Sinónimos

El tiempo no da para discutir todos los textos del Nuevo Testamento que usan la palabra “tribulación”, y mucho menos para discutir todos los textos que usan sinónimos de la tribulación. Un diccionario define la tribulación como “aflicción o sufrimiento que resulta de la opresión o la persecución”.(4) A estas cuatro palabras (aflicción, sufrimiento, opresión, y persecución) se pueden añadir cuatro más: prueba, pena, problemas, y llevar la cruz. Estos ocho términos se relacionan estrechamente el uno al otro y a la tribulación. Todos ellos tienen que tomarse en cuenta para obtener un entendimiento adecuado de la enseñanza bíblica acerca de la tribulación. Por ejemplo: Pablo junta muchos términos parecidos con la tribulación en 2 Corintios 6:4-5: “nos recomendamos en todo a nosotros mismos como ministros de Dios, en mucha paciencia, en tribulaciones, en necesidades, en estrecheces; en azotes, en cárceles, en tumultos”.

Pablo en 2 Timoteo 3:12 escribió: “Y en verdad todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución”. Eso nos dice que una persona que no sabe por experiencia personal lo que quiere decir “padecer persecución”, tampoco sabe lo que es “vivir piadosamente en Cristo Jesús”. ¿Palabras fuertes? Pero son palabras del Espíritu Santo. El concepto de escapar de la tribulación es contrario a la letra y al espíritu de la Escritura.

Luego tenemos las bellas y poderosas palabras en Romanos capítulo 8:

¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada? Como está escrito:

‘Por tu causa somos muertos todo el día;
Somos considerados como ovejas de matadero.’

Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Romanos 8:35-37).

“Más que vencedores” en la tribulación. Nosotros hoy día, la iglesia, somos los santos de la tribulación. No debemos prometer a la gente que se puede aceptar a Jesús para ser raptado y escapar de la tribulación. Al contrario, debemos prometer a la gente que pueden ser más que vencedores en el mismo medio de la tribulación.

La Tribulación en los Siglos Pasados

La historia demuestra que en los tiempos de comodidad los cristianos pueden ser engañados fácilmente por la idea de que los cristianos no sufrirán tribulación. Sin embargo, tal actitud puede mantenerse sólo al hacer caso omiso a las horribles tribulaciones que los cristianos han soportado en los últimos veinte siglos. ¿Quién no tiene algún conocimiento de las persecuciones y tribulaciones soportados por los cristianos en los primeros tres siglos de la era cristiana? Comenzó con las persecuciones conducidas por los judíos incrédulos como se registra en el libro de Hechos. Siguió por manos del Imperio Romano desde el tiempo de Nerón hasta el tiempo de Diocleciano. El artículo “Tres Grandes Tribulaciones” habla de la segunda ‘gran’ tribulación y cita la obra clásica de Philip Schaff History of the Christian Church (Historia de la Iglesia Cristiana). Schaff detalla algunos de los horrores sufridos por los cristianos temprano en el cuarto siglo, cuando Diocleciano intentó borrar el cristianismo de la faz de la tierra.

Luego, cuando la iglesia de Roma tenía poder absoluto en Europa, durante la Edad Oscura, la infame Inquisición fue instituida y siguió por siglos. Todos los “herejes” estaban bajo riesgo —un hereje era cualquier persona que estaba en desacuerdo con Roma. Las últimas dos secciones del artículo “El 666: La Marca de la Bestia” documentan algunos detalles de este período infame de la historia de la iglesia cuando la tortura y la muerte dominaban sobre los enemigos de Roma.

La Tribulación en el Siglo Veinte

Pero todas persecuciones similares son del pasado, ¿verdad que sí? No. Tan reciente como agosto del 1997, Selecciones del Reader’s Digest publicó un artículo titulado “La Guerra Global contra los Cristianos”. El autor comienza con tres ejemplos específicos: en la China una mujer asesinada; en Paquistán un hombre fusilado; en Bangladés un hombre golpeado —hasta quebrantarle una pierna. “¿Sus crímenes? Ser cristianos. Nunca antes han sido perseguidos tantos cristianos por sus creencias”. Se hace mención de “tortura, esclavitud, violación, encarcelamiento, separación forzada de hijos y padres”.(5) Los dos enemigos principales de los creyentes hoy día son los militantes musulmanes y los opresores comunistas. Pero el comunismo cayó cuando cayó el muro de Berlín, ¿verdad que sí? Trate de hacerles esa pregunta a los creyentes en la China hoy día.

La tribulación varía con el tiempo y el lugar. Hay creyentes en Cristo que están sufriendo gran tribulación hoy día, hasta la muerte. Aun en el “país libre” de los Estados Unidos de América aparenta haber un incremento en incidentes donde los individuos tienen problemas con las autoridades por hablar en el nombre de Cristo. También, no olviden que la tribulación cristiana puede ser tan sencilla como una burla. O, puede ser perder el trabajo por no mentir. Cualquier forma que tome, Dios nos ha advertido que la persecución y la tribulación son parte del camino cristiano.

Según la Palabra de Dios, la tribulación no se puede limitar a un período de siete años. Según la Palabra de Dios, la iglesia no puede escapar de la tribulación. Los santos no estaremos libres de pruebas, angustia, e ira hasta el fin del mundo y la llegada de la eternidad.

En el mundo tendréis aflicción (tribulación);
pero tened ánimo, yo he vencido al mundo
– Jesús

Textos bíblicos de la Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2018 por HarperCollins Christian Publishing. Citada con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.

Traducido por David L. Elliott et al.

NOTAS

  1. El conteo de palabras en este artículo se basa en la versión Reina Valera Revisada. Otras versiones pueden variar.

  2. Hal Lindsey, The Rapture: Truth or Consequences (New York: Bantam Books, 1985), pp. 36-37.

  3. Juan F. Walvoord, Todas las Profecías de la Biblia, traducción por Alejandro Las (Porto Alegre, Brazil: Llamada de Medianoche, 2006), p. 598.

  4. Webster’s Seventh New Collegiate Dictionary, “tribulation”.

  5. Ralph Kinney Bennett, “The Global War on Christians”, Reader’s Digest (August, 1997): p. 51.