Maria

 
 

¿Tuvo María, la Madre de Jesús, otros hijos?

Por David Vaughn Elliott

La concepción de Jesús en el vientre de la virgen María constituye una de las maravillas más gloriosas de toda la historia humana. ¡Qué hecho tan insólito: una mujer que da a luz sin antes haber tenido relación sexual con hombre alguno!

El capítulo 1 de Mateo y el capítulo 1 de Lucas claramente señalan a María como "una virgen" antes del nacimiento de Jesús. Es cierto que aunque José y María se casaron, ellos no tuvieron relaciones sexuales antes del nacimiento de Jesús (Mateo 1:24-25). Pero esto nada tiene que ver con después. La Biblia nunca identifica a María como "una virgen" después del nacimiento de Jesús.

Cuando Dios fundó el matrimonio (Génesis 2:24) dijo que "vendrán a ser los dos una sola carne". (Nota: todas las citas bíblicas son tomadas de la versión católica Nácar-Colunga.) Dios dice que el matrimonio es asunto de "honor" y que la unión conyugal es "sin mancha". Lea Hebreos 13:4. Según la Biblia, la relación sexual dentro del matrimonio no sólo es normal, pura, y bendición de Dios, sino que también es obligación (1 Corintios 7:2-4). Dios no dijo a José que debía cuidar a María como padre de ella, sino que la recibiera como esposa (Mateo 1:20, 24). Entonces, es Dios quien les mandó a ser "una sola carne". Por lo cual, desde el nacimiento de Jesús en adelante, María ya no es una virgen.

Jamás en la Biblia se le llama a Jesús el "unigénito" de María, sino que fue Él su "primogénito" (Lucas 2:5-7). Los nombres de los otros hijos de María se encuentran en Mateo 13:53-56. El Salmo 69 está lleno de profecías acerca de Jesucristo. En el versículo 9 (versículo 8 en otras versiones) proféticamente dice Jesús: "He venido a ser extraño para mis hermanos, y extranjero para los hijos de mi madre". Juan 7:5 bien explica el cumplimiento de esta profecía: "Pues ni sus hermanos creían en Él".

María es bendita y bienaventurada (Lucas 1:42, 48), no por su propia grandeza sino por la obra grande que Dios hizo en ella. También, benditos son Abram (Génesis 14:19) y el rey David (1·Samuel 26:25); y bienaventurados son todos los que han tenido sus pecados perdonados (Romanos 4:7). Honramos a María como honramos a muchos otros fieles siervos de Dios.

En el texto bíblico, Jesús nunca le habla a María como "madre", sino como "mujer" (ejemplo: Juan 2:4). Cuando alguien le dijo a Jesús que su madre y sus hermanos querían hablarle (Mateo 12:46-50), Jesús dijo: "¿Quién es mi madre?" ¿Demostró así Jesús una gran falta de respeto? ¿Cómo pudo hablar así? Solamente porque Él es el Hijo eterno y divino de Dios, mientras que su madre física era puramente humana. Ella fue un vaso usado por Dios. ¿Y cómo finaliza Jesús? "Quienquiera que hiciere la voluntad de mi Padre... ése es... mi madre". ¡Si Ud. hace la voluntad de Dios, Ud. es igual a María!