milagros

 
 

¿habrán milagros hoy día?

Por David Vaughn Elliott

Cuando Cristo mandó predicar el evangelio a todo el mundo, agregó: "estas señales seguirán a los que creyeren..." Se puede leer el texto completo en Marcos 16:15-20. Algunos opinan que dichas señales o milagros continuarían hasta el fin del mundo. Sin embargo, el texto no dice tal cosa. Lo que dice es que "predicaron en todas partes, obrando con ellos el Señor, y confirmando la palabra con las señales que se seguían. Amen."

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Años después, el escritor de Hebreos dice que la Palabra "ha sido confirmada… testificando juntamente con ellos Dios, con señales y milagros, y diversas maravillas" (2:1-4). ¡Ya fue confirmada! Por eso, 1 Corintios 13:8 declara: "las profecías se han de acabar, y cesarán las lenguas, y la ciencia ha de ser quitada". Una vez confirmada la palabra de Dios en el primer siglo, no quedó necesidad de más señales milagrosas.

Estudie con cuidado la siguiente comparación, examinando bien los textos bíblicos:

Antaño se refiere a los milagros de Jesús y sus apóstoles.
Hoy día se refiere a los supuestos milagros de hoy día.

1 - Antaño: Todos fueron sanados (Mateo 12:15; Hechos 5:16).
     Hoy día: Son pocos los que reciben alguna medida de sanidad.

2 - Antaño: Los cojos saltaron (Hechos 3:7-8).
     Hoy día: Los cojos caminan con dificultad.

3 - Antaño: En Pentecostés hablaron idiomas conocidos (Hechos 2:4-8).
     Hoy día: Hablan jerigonza; nunca hablan ningún idioma conocido.

4 - Antaño: Resucitaron a muertos (los muertos no tienen fe) (Hechos 9:36-42).
     Hoy día: Cuando fracasan, usan el pretexto de que las personas no tienen fe.

5 - Antaño: Enseñaron que no es siempre la voluntad de Dios sanar a los enfermos (2 Corintios 12:7-9).
     Hoy día: Ofrecen una esperanza falsa de que Dios siempre desea sanar a todos los enfermos.

6 - Antaño: Enseñaron que uno se salva por fe, arrepentimiento y bautismo (Marcos 16:16; Hechos 2:38)
     Hoy día: Enseñan falsamente que uno se salva al sólo "aceptar" a Cristo en el corazón, así engañando a la gente.

Esta breve comparación claramente demuestra que los milagros de Jesús y sus apóstoles eran completamente distintos a los supuestos milagros de hoy día.

La iglesia del primer siglo, al no tener el Nuevo Testamento escrito, tuvo necesidad de milagros para confirmar la palabra predicada. Pero los apóstoles, antes de morir, dejaron escrita esa palabra confirmada. Así que en los 27 libros del Nuevo Testamento tenemos la palabra de Dios confirmada, por lo cual ya no hay más necesidad de milagros. La fe verdadera hoy no se basa en supuestos milagros sino en la Palabra escrita (Juan 20:30,31; Romanos 10:17).

No busque ni confíe en los supuestos milagros de hoy, sino lea y escudriñe con cuidado y aprecio la Santa Biblia. Sería muy bueno comenzar con Mateo 7:15-23.