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Lo Que El Milenio No Es

Por David Vaughn Elliott


El pensamiento mismo de un reinado de Cristo por mil años excita la imaginación. El término, el Milenio, usualmente se le da a este período del tiempo, cuyo significado proviene del idioma latín, y significa mil años. Este período de mil años, que tanto se habla, se menciona solamente seis veces en las Escrituras. Además, todas las seis veces están en el mismo texto: Apocalipsis 20:1-7. Con tan escasa mención en la Biblia, los estudiantes deben tener mucho cuidado al tratar de llegar a una conclusión con relación al significado de este período de tiempo.

Lo que Apocalipsis 20:1-7 No Dice

Antes de examinar lo que Apocalipsis 20 dice, es muy iluminador notar lo que no dice:

  1. No dice dónde está Cristo durante este período, si está en el cielo o si está en la tierra.

  2. No dice dónde están los mártires durante este período.

  3. Si bien menciona “la primera resurrección” y “la segunda muerte”, no menciona “la segunda resurrección”.

  4. No dice que Satanás queda sin poder durante los mil años.

  5. No dice que los mil años son un período de gran paz sin persecución.

  6. No menciona a los judíos, ni a Jerusalén, ni a ningún templo.

  7. No dice que todas las personas en la tierra se someten a Cristo durante mil años.

  8. No ofrece ninguna “segunda oportunidad” para salvación.

  9. No dice que el reinado es uno físico o terrenal como el de David.

Hay tanto que Apocalipsis 20 no dice, que hace a uno pensar de dónde vienen todas las ideas que se enseñan con relación al milenio. Mientras que algunas de las ideas vienen de presumir un cumplimiento literal de porciones seleccionadas de esta profecía, una gran parte de las ideas vienen del Antiguo Testamento. Sin lugar a duda, tenemos que estudiar el resto de las Escrituras para entender Apocalipsis 20. Tenemos que profundizar tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento. En tal estudio, tenemos que recordar que el Nuevo Testamento tiene precedencia sobre el Antiguo. También, tenemos que permitir que los textos claros y fáciles nos ayuden a entender los más difíciles.

Nadie Lo Interpreta Todo Literalmente

El reclamo se hace que hay que entender literalmente los mil años de Apocalipsis 20, junto con varios otros elementos de los versículos 1 al 7. Sin embargo, al examinarlos, encontramos que estos versículos definitivamente contienen varios símbolos. Puesto que hay muchos símbolos en el pasaje, tenemos que dar seria consideración a la posibilidad de que los mismos mil años en sí deberían entenderse simbólica o espiritualmente.

Nadie cree que el dragón/serpiente sea literal. De hecho, el mismo libro muy clara y específicamente dice lo contrario. Tanto en Apocalipsis 20:2 como en 12:9, el escritor inspirado dice que el dragón, “la serpiente antigua”, es Satanás, el diablo.

Nadie cree que la bestia mencionada en Apocalipsis 20:4 sea literalmente un animal de cuatro patas. La referencia, por supuesto, es al capítulo 13, la cual en sí se basa en Daniel 7. En Daniel 7:23 dice que la cuarta bestia será “un cuarto reino en la tierra”. La mayoría de los intérpretes reconocen que la bestia representa a Roma, aunque no estén de acuerdo en los detalles. Aun los que no lo aplican a Roma entienden que la bestia es un símbolo de algún poder anti-cristiano.

Luego, están: la cadena, la llave y el sello. ¿Habrá alguien que los considere literales? ¿No es Satanás un ser espiritual, aunque sea un espíritu malo? ¿Acaso puede una cadena física atar a un espíritu malo? ¿Sería un impedimento para él un sello físico literal?

El libro completo de Apocalipsis es un libro muy simbólico. Jesús mismo explica que los siete candeleros son siete iglesias y las siete estrellas son los ángeles de las siete iglesias (1:20). Sea que uno entienda que los “ángeles” aquí son seres celestiales o “mensajeros” terrenales, Jesús confirma lo que se ve en otras profecías bíblicas —es decir, que las estrellas en la profecía a menudo representan individuos sobresalientes. No hay nada raro en esto; en el español cotidiano, por ejemplo, hablamos de “estrellas de cine” y “estrellas del deporte”.

Los símbolos continúan a través del libro de Apocalipsis hasta el último capítulo, donde Jesús se llama a sí mismo “la estrella resplandeciente de la mañana” (22:16). Luego el versículo 17 habla de “la Esposa”, una referencia a la iglesia de Cristo. Con todo este lenguaje figurativo a través del libro, y específicamente en el capítulo 20, no hay ninguna necesidad inherente de que los otros elementos del capítulo sean interpretados literalmente.

“Mil” en la Biblia

Los diccionarios en español dan estas definiciones para “mil”: “Gran número”,(1) y “número o cantidad indefinidamente grande”.(2) Este uso es muy común en nuestro diario hablar. La mamá dice, “Te dije mil veces que limpiaras tu cuarto”. O considera “las Mil Islas” del Río San Lorenzo que incluyen a más de 1,500 islas. Todos usamos “mil” para expresar sencillamente una cantidad grande, ya sea conocida o no conocida; ya sea cerca al número mil o lejos de él.

Hay varias profecías en Daniel y Apocalipsis con valores numéricos: 3½, 42, 62, 69, 1,260, 1,290, y 1,335. Tales números son muy definidos y específicos. El número “1,000”, por otro lado, es un “número redondo” que se usa frecuentemente para expresar una cantidad indefinidamente grande, ya sea en inglés, español, o ruso —o en la Biblia.

En Deuteronomio 1:11 Moisés expresa a Israel: “¡Jehová Dios de vuestros padres os haga mil veces más de lo que ahora sois, y os bendiga, como os ha prometido!” Israel en ese tiempo consistía de 600,000 hombres de guerra, sin contar las mujeres y los niños. Un estimado moderado daría un total de dos millones con mujeres y niños. ¡Mil veces dos millones son dos mil millones! ¿Quería Moisés en verdad que su número fuera exactamente dos mil millones? ¿O simplemente usaba “mil” como nosotros hacemos muchas veces?

Considere también el Salmo 90:4:

Porque mil años delante de tus ojos
Son como el día de ayer, que pasó,
Y como una de las vigilias de la noche.

Si tomamos este versículo literalmente, se contradice a sí mismo. “Ayer” es un período de veinticuatro horas. Puesto que los israelitas de la antigüedad dividían la noche en tres vigilias, “una de las vigilias de la noche” sería aproximadamente cuatro horas. Si veinticuatro horas es igual a mil años, entonces una vigilia de cuatro horas sería igual a aproximadamente 167 años, pero el versículo dice que la vigilia es igual a mil años. ¿Quién aceptaría un intento de hacer un cálculo literal de este versículo? Tal cálculo se contradice a sí mismo y pierde el punto principal. Es igual a la auto-contradicción envuelta cuando la gente sugiere cálculos basados en 2 Pedro 3:8: “para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día”. En este caso, las referencias de tiempo se expresan en direcciones opuestas —un día es mil años, y mil años es un día. Cada cálculo literal invalida el otro. Por tanto, ningún cálculo se puede hacer basado en este versículo. Este versículo no tiene ningún significado hablando matemáticamente. En ambas citas, Salmo 90 y 2 Pedro 3, “mil” es obviamente nada más que una gran cantidad no especificada e indefinida. El significado en ambos versículos es sencillamente que Dios no está limitado por el tiempo como los seres humanos estamos.

En resumen, la Biblia a menudo utiliza “mil” como un gran número indefinido, como hacemos en el español cotidiano. No hay razón para decir que lo mismo no sea cierto en Apocalipsis 20.

Hay que Estudiar Otras Escrituras

De todo lo dicho arriba, es muy claro que no se puede entender Apocalipsis 20:1-7 aislado de otras escrituras. Surgen demasiadas preguntas. Todo el mundo basa su explicación más en otras escrituras que en el mismo texto de Apocalipsis 20.

Hay por lo menos dos puntos de vista principales en este asunto. Ambos conectan el Milenio a todas las profecías del reino en el Antiguo Testamento. El punto de vista más popular en las iglesias evangélicas hoy día es la interpretación dispensacionalista futurista, la cual dice que Jesús no cumplió estas profecías en Su primera venida. Dice que, por el rechazo de los judíos, Jesús no pudo establecer el reino y tuvo que posponer Su llegada. Este punto de vista proclama un reinado literal futuro de mil años, en el cual todas las profecías del Antiguo Testamento serán cumplidas literalmente mediante un reino terrenal centralizado en Israel, Jerusalén, y un templo reconstruido.

Hay otro punto de vista que ha sido sostenido por muchos creyentes a través de los siglos. Este punto de vista está de acuerdo que los mil años es el cumplimiento de las profecías del reino en el Antiguo Testamento. Sin embargo, este punto de vista dice que estas profecías no son algo para cumplirse en el futuro. Dice que Jesús no fue un fracaso —Él logró cumplir la obra que vino a hacer en la tierra. Dice que Dios estableció Su reino a tiempo en el primer siglo. Dice que el reino de Dios no es un reino físico ni un reino judío. Dice que el reino es espiritual; es tanto para judíos como para gentiles, y está aquí ahora. Dice que la expresión “mil años” es un término genérico expresando un tiempo largo e indefinido. Este punto de vista a veces se llama amilenarismo, un término que sencillamente expresa un rechazo de la idea de un reino futuro literal de mil años.

Es claro que el entendimiento de las personas con relación al “milenio” en Apocalipsis 20 es muy influenciado por su entendimiento de otras profecías acerca del reino y su cumplimiento. Demasiadas veces estudiantes limitan su concepto del reino a la información que se encuentra en el Antiguo Testamento. Sin embargo, un conocimiento de la enseñanza del Nuevo Testamento sobre el reino es vital antes de profundizarse en algo tan difícil como Apocalipsis 20. Entre otras cosas, es esencial examinar lo que Jesús dijo acerca del reino. Este es el tema del artículo “Jesús Reveló la Naturaleza del Reino”. En adición a un estudio del reino mismo, hay que tomar en consideración las otras enseñanzas de Jesús. Un tema importante es lo que Él enseñó acerca de la resurrección.

¿Dos Resurrecciones Futuras?
¿Qué Dijo Jesús?

Una mirada superficial a Apocalipsis 20 aparenta sostener la idea de que habrá dos resurrecciones futuras, separadas por un período de mil años. Aparenta decir que habrá una resurrección de los justos antes de los mil años, seguido por una resurrección de los malos después de los mil años.

Sin embargo, como se ve en el artículo “El Rapto”, tal concepto no armoniza con la enseñanza de Jesús sobre el tema. En la parábola de la cizaña (Mateo 13), Jesús claramente enseñó que los santos y los pecadores tienen que vivir juntos en este mundo hasta el fin: “Dejad crecer juntas las dos cosas hasta la siega”. Además, clarificó, “Recoged primero la cizaña”. No hay manera de armonizar esta parábola con el concepto de sacar el trigo primero y permitir que la cizaña continúe en el mundo por años. Asimismo, Jesús enseñó que, en el día postrero, los justos resucitarán de entre los muertos y los malvados serán juzgados. Será el fin. No cabe lugar en la enseñanza de Jesús acerca del último día para mil años después de la resurrección de los justos.

Reconocimiento de lo que Jesús Enseñó

En una revista de profecía ampliamente distribuida y traducida, conocida como Midnight Call (Llamada de Medianoche), Norbert Lieth hace algunas declaraciones sorprendentes acerca de la enseñanza sobre la resurrección. En un artículo acerca del Rapto basado en 1 Tesalonicenses 4:13-18, el Sr. Lieth habla de las circunstancias que rodeaban el origen de la primera epístola de Pablo a los Tesalonicenses:

Hasta entonces, la doctrina de la primera resurrección había sido un misterio. No se enseñó en El Antiguo Testamento, ni en los Evangelios.
La primera carta a los Tesalonicenses fue escrita cerca del año 50 d.C., y la primera carta a los Corintios cerca de 6 años más tarde. Sólo a ellos fue revelado el misterio del Rapto (1 Corintios 15:51-53).
Hasta entonces, se creía que la resurrección de todos los muertos tomaría lugar en el postrer día (Daniel 12:2 y 13, Juan 5:25-29 y 11:24).(3)

No sé todo lo que el Sr. Lieth tuvo en mente cuando escribió esto. Sin embargo, tomándolo al pie de la letra, se puede ver lo siguiente: Al comparar los primeros dos párrafos, es claro de que cuando el Sr. Lieth dice “la primera resurrección” él habla del Rapto. Esto, por supuesto es una de las enseñanzas básicas del futurismo. Por tanto, en el primer párrafo citado, el Sr. Lieth está diciendo que el Rapto “No se enseñó en El Antiguo Testamento, ni en los Evangelios” (Itálicas mías). Esto significa que Jesús no enseñó el Rapto.

Según la Llamada de Medianoche, el Rapto fue una nueva doctrina revelada aproximadamente veinte años después de la ascensión de Jesús. No hay ningún problema inherente con eso —el Espíritu guiaba a los apóstoles a toda la verdad (Juan 16:12-13). El problema es que esta supuesta nueva revelación contradice las claras enseñanzas de Jesús. El Sr. Lieth apoya su afirmación que “se creía…” haciendo referencia al libro de Daniel y a declaraciones de Jesús y Marta registrados en el Evangelio según Juan. Quizás el Sr. Lieth quería implicar que Jesús conocía el misterio del Rapto, pero no lo reveló mientras estaba en la tierra. Sin embargo, el Sr. Lieth comoquiera está diciendo que Jesús no enseñó el Rapto. Cuando se examinan los tres párrafos juntos, se puede ver que el Sr. Lieth está diciendo que la doctrina del Rapto es substancialmente diferente a la enseñanza de Jesús acerca del hecho de que todos los muertos resucitan en el día postrero.

El Sr. Lieth entiende lo que Jesús enseñó: La resurrección de todos los muertos tomará lugar al mismo tiempo. Lo que él y muchos otros no ven es que la doctrina de dos futuras resurrecciones, separadas por el Milenio, no solamente es diferente de lo que Jesús enseñó —se opone y contradice la clara enseñanza de nuestro Señor, el mismo que está a cargo de la resurrección de todos los muertos. Si el Rapto es cierto, entonces las palabras de Jesús en Juan 6:40 se contradicen: Él dijo, “todo aquél que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el último día”. Si los creyentes se resucitan en el Rapto, ¿cómo puede Jesús resucitarlos otra vez en el último día? La enseñanza de Jesús sencillamente no deja lugar para un reinado futuro, literal, de mil años después de la resurrección.

Tampoco se ofrece en 1 Tesalonicenses 4:13-18 ninguna revelación nueva con relación a dos resurrecciones diferentes. Este texto sólo habla de una resurrección. Este texto no dice que el mundo continúa después de la resurrección; tampoco menciona un reinado de mil años. Este texto menciona solamente una resurrección y concuerda perfectamente con lo que Jesús enseñó cuando estaba aquí en la tierra. Para estudiar más con relación a la resurrección como se enseña en 1 Tesalonicenses 4, lea el artículo “El Rapto”, especialmente la sección con el título “¿Dos Resurrecciones?”

El Reino en Apocalipsis

Como se indicó previamente, cualquier interpretación de Apocalipsis 20 es influenciada fuertemente por el entendimiento que uno tiene de la naturaleza y del tiempo del reino de Dios como se enseña en el resto de las Escrituras. Ciertamente, un libro que hay que estudiar es el mismo Apocalipsis, puesto que es el único libro en toda la Biblia que menciona un reinado de mil años. ¿Qué nos enseñan otras porciones de Apocalipsis acerca de la naturaleza y del tiempo del reino de Dios?

En los primeros versículos del libro de Apocalipsis Juan dice: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino y en la paciencia de Jesucristo” (1:9, itálicas mías). ¡Juan ya estaba en la tribulación! ¡Juan ya estaba en el reino! Esta clara declaración en el mismo principio del libro, antes de que Juan recibiera ninguna visión profética, tiene que tener una influencia fuerte sobre la manera que interpretemos cualquier profecía relacionada con la tribulación o el reino. Juan declara que él y sus hermanos ya estaban “en la tribulación, y en el reino y en la paciencia de Jesucristo”.

En 1:5-6 Juan también habla de “Jesucristo… que nos amó, y nos liberó de nuestros pecados con su sangre, e hizo de nosotros un reino, y sacerdotes para su Dios y Padre”. Algunos manuscritos en el idioma griego leen “reyes” y otros leen “reino”. Hay poca diferencia en el significado final. Apocalipsis 20 declara: “serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con él mil años” (20:6). “Sacerdotes” y “reinarán” en el capítulo 20 es prácticamente una repetición “reino y sacerdotes” o “reyes y sacerdotes” en el capítulo 1. Además 1:6 lee, “hizo de nosotros”. Eso es tiempo pasado. Expresa un hecho cumplido, una realidad presente. ¡Estamos reinando ahora! ¡Los “mil años” están aquí ahora!

En Apocalipsis 2:11 Jesús promete, “El que venza, no sufrirá ningún daño por parte de la muerte segunda”. Evitar la segunda muerte es así una bendición para todos los cristianos fieles. Por lo tanto, Apocalipsis 20 no está declarando una nueva verdad, ni una verdad reservada para un grupo especial de cristianos cuando dice, “Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos” (20:6). Esto es verdad para todos los cristianos.

Apocalipsis 1:5 también dice: “Jesucristo… el soberano de los reyes de la tierra”. ¡Jesús es soberano ahora! Todos sabemos qué clase de soberano es Él: un Rey. ¡Jesús es rey ahora! En Apocalipsis 3:21 Jesús dice de Él mismo, “he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”. ¡Jesús está en Su trono ahora! Bajo la séptima trompeta (11:15), hay “grandes voces en el cielo, que decían: Los reinos del mundo han venido a ser de nuestro Señor y de su Cristo; y él reinará por los siglos de los siglos”. Cualquiera que sea la fecha histórica que uno ponga sobre el cumplimiento de la séptima trompeta, hay que notar que el reinado de Jesús es “por los siglos de los siglos”. Es eterno, como Daniel 2:44 profetizó.

La Relación Entre los Capítulos 12 y 20

Entre los textos en Apocalipsis que hablan del reino, el capítulo 12 es uno de los más importantes. La interpretación de la mujer, el dragón, el hijo varón, y la guerra en el cielo no es fácil. Sin embargo, considere las verdades expresadas en los versículos 10 y 11:

Y oí una gran voz en el cielo, que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo; porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche. Y ellos le han vencido por medio de la sangre del Cordero y de la palabra del testimonio de ellos, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte.

Primero note que la salvación y el reino llegan al mismo tiempo —cuando Satanás es lanzado fuera del cielo. ¿Cuál es el punto en la historia más temprano posible para la llegada de la salvación y el reino de Dios? El versículo 11 dice que ganaron la batalla “por medio de la sangre del Cordero”. Así, todo esto necesariamente tiene que haber tomado lugar después del Calvario.

Una pregunta más difícil surge: ¿Cuál es el punto en la historia más tarde para la llegada de la salvación, el reino y el lanzamiento fuera de Satanás? Los versículos 13 y 14 dicen que después de que Satanás fue lanzado a la tierra, persiguió a la mujer y ella huyó al desierto por “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”. Por tanto, el lanzamiento de Satanás, y la llegada de la salvación y el reino tienen que haber tomado lugar antes de la persecución de la mujer por “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo”.

Es fácil estar de acuerdo con la mayoría de los estudiantes de Apocalipsis, independientemente de sus puntos de vista en otras cosas que “un tiempo, y tiempos, y la mitad de un tiempo” en 12:14 es equivalente a los 1,260 días en 12:6. El cálculo se hace sencillamente así: si “tiempo” equivale a un año, y “tiempos” a dos años, entonces “un tiempo y tiempos y la mitad de un tiempo” equivale a 3½ años, que también serían 42 meses (ver Apocalipsis 11:2-3). Si redondeamos todos los meses a 30 días, 42 meses son exactamente 1,260 días. La mayoría de los creyentes que han considerado el asunto concluyen que las tres expresiones hacen referencia al mismo período de tiempo. Lo que no queda tan claro es si estas expresiones hacen referencia a 1,260 días literales (3½ años), o si se debe dar una interpretación figurativa de día-por-año que daría un resultado de 1,260 años. De todos modos, la persecución de la mujer toma lugar después del lanzamiento de Satanás, la llegada de la salvación y la llegada del reino: “Y cuando vio el dragón que había sido arrojado a la tierra, persiguió a la mujer” (12:13).

La interpretación predominante entre los futuristas es que los 3½ años proféticos hacen referencia a la segunda mitad de la Tribulación futura de siete años que es seguida por la llegada del reino en el Milenio de Apocalipsis 20. Sin embargo, tal interpretación no está de acuerdo con toda la información en Apocalipsis 12. En Apocalipsis 12:9-10 dice que en el momento en que Satanás es lanzado del cielo una gran voz en el cielo, declara: “Ahora ha venido la salvación… y el reino de nuestro Dios”. La persecución de la mujer por 3½ años viene después de que Satanás es lanzado fuera, y después de la llegada del reino. El futurismo enseña que los 3½ años toman lugar antes de la llegada del reino milenario, pero Apocalipsis 12 coloca los 3½ años de perseguir a la mujer después de la llegada del reino de Dios.

El capítulo 12 señala a dos eventos que son simultáneos con el lanzamiento de Satanás: la llegada de la salvación y la llegada del reino. “Ahora ha venido la salvación… y el reino de nuestro Dios”. Si el reino no ha llegado todavía, tampoco ha llegado la salvación. Sin embargo, ¡la salvación está aquí! Hacia el final de su vida, Pablo declaró (en tiempo pasado), “que a los gentiles ha sido enviada esta salvación de Dios” (Hechos 28:28). Esa salvación, por supuesto es por medio del evangelio: “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16). Según Apocalipsis 12, puesto que la salvación está aquí ahora, el reino está aquí ahora. Los dos llegaron juntos.

La idea de que el reino ya está aquí está de acuerdo exactamente con lo que Juan afirmó al principio del libro: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino” (Apocalipsis 1:9). Juan, en el año 95 o 96 d.C., declaró que ya estaba en el reino. Apocalipsis 12 declara que el reino de Dios llegó al mismo tiempo que la salvación llegó. Apocalipsis 20, por lo tanto, no puede estar prediciendo un reinado de mil años literales que todavía queda en el futuro. Apocalipsis 20 tiene que ser interpretado en armonía con el resto del libro de Apocalipsis, y también el resto del Nuevo Testamento.

Lo que el Milenio No Es

La mayoría de las creencias que cualquier persona tiene del Milenio no se basan en Apocalipsis 20, que es el único texto que menciona específicamente un período de mil años. Las creencias acerca del “milenio” se derivan de otras fuentes.

Basado en otras Escrituras, se ha demostrado que:

  1. Los mil años no es una futura llegada del reino de Jesús en la cual Él cumplirá lo que falló en cumplir en Su primera venida.

  2. Los mil años no es un período de tiempo entre la resurrección corporal de los justos y la resurrección corporal de los malos.

  3. Los mil años no es algún tiempo en el futuro cuando Jesús por primera vez se sentará en Su trono y reinará como Rey.

  4. Los mil años no es un período de tiempo que llegará dos mil años después de que la salvación llegó al mundo.

¿Qué es El Milenio?

¿Qué entonces son los “mil años” de Apocalipsis 20? Sí, este reinado de mil años hace referencia al reino de Cristo. Sí, hace referencia al reino de Dios como fue predicho en Daniel 2. La verdad que se pierde muchas veces, es que el reino fue establecido cuando el cuarto imperio, Roma, estaba en poder según el tiempo predicho por Daniel. Desde el primer siglo, el reino de Dios en la tierra ha sido una realidad tal como Juan declaró al principio de Apocalipsis: “Yo Juan, vuestro hermano, y copartícipe vuestro en la tribulación, en el reino” (1:9). Juan y sus hermanos ya estaban en el reino de Dios.

Con estas verdades en mente, muchos cristianos interpretan los “mil años” como un término simbólico que hace referencia a la edad completa del evangelio o sea la edad de la iglesia. En la Biblia, al igual que el español moderno, mil, muchas veces significa un gran número. El reino ya ha existido por casi dos mil años, que en verdad es un gran número de años. Así se entiende que los mil años se extienden desde la primera venida de Cristo hasta Su Segunda Venida. Las interpretaciones más plausibles son las que están de acuerdo con la sana doctrina de las Escrituras; ellos ven que el Milenio toma lugar durante la edad presente del evangelio-iglesia. Proclaman a Jesús como Rey ahora y enseñan que el reino de Dios está aquí ahora.

¿Qué clase de reino vino Jesús a establecer en la tierra? El artículo “Jesús Reveló la Naturaleza del Reino” ofrece considerable esclarecimiento en esta pregunta importante. Apocalipsis 20:4 dice, “volvieron a la vida y reinaron con Cristo mil años”. Los mil años tienen que ver con el reinado de Cristo; tienen que ver con el reino de Cristo. Por tanto, todo lo que podamos aprender acerca de la naturaleza del reino de Jesús nos ayudará a entender de qué se tratan los mil años. Vamos a escuchar al Rey para ver lo que Él dijo acerca del reino.

Textos bíblicos de la Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2018 por HarperCollins Christian Publishing. Citada con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.

Traducido por David L. Elliott et al.

NOTAS:

  1. Pequeño Larousse ilustrado, 1995, “mil”.

  2. Vox, Diccionario Actual de la Lengua Española, “mil”.

  3. Norbert Lieth, “A Sure Answer to an Uncertain Question”, Midnight Call (January, 1999): p. 30.