NadieDejadoAtras

 
 

Nadie Será Dejado Atrás

Por David Vaughn Elliott


“No tomes la vida tan seriamente. No te preocupes acerca de las consecuencias de cómo tú te comportas, especialmente las consecuencias después de esta vida. Vive tu vida al máximo. Haz lo que te haga sentir bien. Sigue tus sueños. Cuando mueras, todo se acaba”. ¿Suena esto familiar? Es la voz de la filosofía de “derecho a elegir”, la cual no está limitada a los que escogen matar a los niños antes de que nazcan. El derecho a elegir es la filosofía fundamental de todos los que no quieren estar sujetos a nadie más que a ellos mismos y a sus propios deseos. Este es el punto de vista de los evolucionistas, quienes creen que la raza humana es un accidente de pura casualidad y que no hay nada más allá de la muerte sino la descomposición del cuerpo en la tumba. Pablo expresa ésta interpretación materialista de la vida de ésta manera: “Si los muertos no resucitan, comamos y bebamos, porque mañana moriremos” (1 Corintios 15:32).

Las personas religiosas, por otro lado, normalmente creen en la vida después de la muerte. Creemos en el alma y el espíritu de los seres humanos. Creemos que la muerte es un portal a la vida después de la muerte. Sin embargo, las personas religiosas, también, muy a menudo, somos motivados a vivir de acuerdo a nuestros deseos. Reprimimos fácilmente nuestros pensamientos acerca de las consecuencias eternas. Frecuentemente tenemos un sentimiento básico de que al final todo va a salir bien. Esta mentalidad hasta forma parte de algunas doctrinas religiosas —aquellas que ofrecen una segunda oportunidad después de esta vida.

La Reencarnación

Entre las religiones orientales, la doctrina más popular de una segunda oportunidad es la reencarnación. En tiempos recientes, más y más personas occidentales se cansan de su patrimonio religioso, y acuden al Oriente para obtener ideas religiosas y filosóficas. Habiendo rechazado la Biblia, muchas personas fácilmente aceptan la teoría de la reencarnación. “Tu vida presente es sólo la circunstancia actual en una cadena larga de encarnaciones en éste mundo”, dicen los creyentes en la reencarnación.

Aunque la gente se dé cuenta o no, la atracción básica de la reencarnación es que elimina el temor del juicio de Dios después de la muerte. Elimina el serio reconocimiento de que un día estaremos cara a cara delante de nuestro Creador para rendir cuentas. La reencarnación enseña que el proceso de purificación gradual es iluminación y se logra utilizando todas las vidas que sean necesarias en la tierra hasta que finalmente la persona es absorbida en lo que ellos llaman Nirvana.

En realidad, solamente el Creador del mundo puede tener el conocimiento de lo que sucede después de la muerte. ¿Qué ha dicho Él? “Y de la misma manera que está reservado a los hombres el morir una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Puesto que morimos una sola vez, sólo tenemos una vida para vivir en éste mundo. ¿Qué viene después de esa única vida y única muerte? El juicio de Dios.

El Purgatorio

Ahora dejemos las creencias paganas para considerar las creencias “cristianas”, y encontramos muchas personas que son de la opinión de que no son tan malas para ir al infierno, pero tampoco son tan buenas para ir al cielo. Ciertamente, creen ellos, que debe haber otra opción. La iglesia de Roma ofrece oficialmente esa tercera opción: el purgatorio.

Roma dice que el purgatorio es el lugar para los muertos que no fueron ni muy malos ni muy buenos. Dice que aquellos que mueren con pecado mortal (pecado muy serio) sin perdón van al infierno, mientras que aquellos que viven como “santos” van al cielo. La mayoría de los católicos supuestamente terminan en el purgatorio. La palabra viene del verbo purgar: purificar o limpiar. Su creencia es que el sufrimiento por un tiempo limitado en el fuego del purgatorio purifica el alma de su culpa por los pecados veniales (no tan serios). Sin embargo, Roma también enseña que los que todavía están vivos pueden ayudar a los muertos que están en el purgatorio por medio de oraciones, limosnas, ayunos, indulgencias, y misas conducidas a su favor. Los católicos creen que tales buenas obras hechas en la tierra pueden reducir la cantidad de sufrimiento requerido por los que están en el purgatorio. Sin embargo, puesto que la cantidad de sufrimiento requerido y la cantidad de sufrimiento aliviado nunca se definen claramente, los familiares continúan con estas actividades mientras su preocupación los motive. Al final del mundo, según esta creencia, el purgatorio llegará a su fin, y aquellos que han purgado sus pecados por medio del sufrimiento son recibidos en el cielo eterno.

Aunque a nadie le gusta la idea de sufrir en el purgatorio, la doctrina es consoladora porque ofrece un escape del infierno eternal. “Pues sí”, se dice a sí mismo un creyente de ésta doctrina, “sufriré en el purgatorio por un tiempo, pero hay sufrimientos en esta vida, también. Lo importante es que escaparé del sufrimiento eterno”. Consciente o inconscientemente, uno que cree en la existencia del purgatorio no tiene que estar muy preocupado con su vida en la tierra porque, al final, todo saldrá bien.

La Biblia no menciona en ninguna parte el purgatorio. Al contrario, la historia que Jesús contó del hombre rico y Lázaro prueba que ésta teoría es falsa. El hombre rico murió y estaba en tormentos, Lázaro murió y estaba en paz. Luego el texto explica:

Además de todo esto, una gran sima está puesta entre nosotros y vosotros de manera que los que quieran pasar de aquí a vosotros, no puedan, ni de allá pasar acá (Lucas 16:26).

En la muerte, hay un lugar de tormento y un lugar de felicidad. Entre estos dos hay una gran sima infranqueable. La palabra de Dios habla sólo de dos alternativas que ocurren después de la muerte o cuando Jesús vuelva: una persona se salva o se pierde, una persona va al tormento o al descanso:

Es ancha la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y son muchos los que entran por ella; porque es estrecha la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y son pocos los que lo hallan (Mateo 7:13-14).

La Escritura no conoce un sitio entremedio donde van los que no son ni muy malos ni muy buenos. De acuerdo a la Palabra del Creador, no hay una segunda oportunidad después de la muerte; más bien, al morir, el destino de una persona está sellado con tormento o felicidad —eternamente.

El Purgatorio Protestante

Aunque parezca mentira, el futurismo evangélico también ofrece una segunda oportunidad para salvación —no después de la muerte sino después de que Jesús regrese. De acuerdo a la doctrina del Rapto, aquellos que serán dejados atrás tienen una segunda oportunidad para recibir a Cristo. La esperanza que ofrece el futurismo es un escape de la Gran Tribulación. Sin embargo, al mismo tiempo, el futurismo deja la puerta de la salvación completamente abierta para aquellos que son dejados atrás. Con esto en mente, la Gran Tribulación es como un purgatorio protestante de corta duración —si usted no acepta a Jesús antes del Rapto, usted todavía puede ser salvo, pero tendrá que pasar por mucho sufrimiento terrible en el proceso.

Tal enseñanza permite a una persona que duda de la verdad de la doctrina del Rapto decidir: “Esperaré a ver qué pasa. Si viene el Rapto, podré saber que el futurismo es verdad, y luego tendré oportunidad de arreglarme con Dios. Sí, tendré que sufrir algo, pero será un tiempo emocionante y todo saldrá bien al final”. Oiga a Tim LaHaye admitir este problema: “Escuché personas inconscientes que dicen, ‘Esperaré hasta la Tribulación para recibir a Cristo.’”(1) Y ¿porque no? ¿Realmente es que estas personas son inconscientes? O ¿es que están esperando la prueba de que la doctrina del Rapto del futurismo sea verdad? Parece ser que la doctrina del Rapto los alienta a posponer una decisión de arreglarse con Dios.

La oferta del futurismo de que haya una esperanza para una segunda oportunidad después del Rapto es más que un asunto pasajero de poca importancia. Oigamos a Mark Hitchcock:

… el Arrebatamiento. Este se podría convertir en el suceso evangelístico más grande de todos los tiempos. Millones de personas que han oído hablar del Arrebatamiento, pero nunca han recibido a Cristo se darán cuenta de pronto de que todo lo que se les había dicho era cierto.(2)

No es solamente el Rapto que se ve como un gran evento evangelístico ofreciendo una segunda oportunidad; sino que también lo es la Tribulación:

De hecho, la salvación de las almas perdidas parece ser uno de los principales propósitos por los que se producirá ese período… Dios va a usar los horrores del período de la Tribulación para llevar a millones de pecadores a la fe en su Hijo. Habrá un gran avivamiento… Con toda seguridad… se encontrarán algunos a quienes nuestro bondadoso Señor les habrá dado una segunda oportunidad.(3)

Tim LaHaye está de acuerdo:

Tiene que haber una gran cosecha de almas, quizá un billón o más de personas que vengan a Cristo.(4)

Apocalipsis 7:9 indica que durante la primera parte de la Tribulación tendrá lugar la cosecha de almas más grande de toda la historia. Por cierto, éste escritor cree que habrá más gente que acepte a Cristo durante los primeros meses de la Tribulación, antes de que el anticristo tenga una verdadera oportunidad de consolidar su gobierno mundial y de establecer su religión única en la cual él será el objeto de adoración (Apocalipsis 13:5-7), que todos los que se convirtieron en los casi dos mil años de la era de la Iglesia.(5)

¿Entendió lo que está diciendo? Él está diciendo que en menos de siete años (“los primeros meses de la Tribulación”) ¡habrá más personas convertidas a Cristo de los que se han convertido en los pasados dos mil años! Él está diciendo que ¡una vez que Jesús remueva Su iglesia de la tierra por el Rapto, Su trabajo realmente podrá seguir adelante!

Segundas Oportunidades

¿Será la venida de Jesús por Su iglesia una gran oportunidad evangelística?, o ¿será el fin de toda oportunidad? La venida de Jesús ¿introducirá días emocionantes para este mundo?, o ¿traerá la venida de Jesús el fin de este mundo? ¿Será el Rapto y la Gran Tribulación la invitación final de Dios para mí’?, o ¿es ya el evangelio en la Biblia su invitación final para mí? Estas no son sólo preguntas proféticas interesantes. Estas son preguntas de vida o muerte —vida eterna y la segunda muerte. No podemos depender de novelas de profecía para que nos den las respuestas. Debemos volver a la palabra de Dios.

Ciertamente, muchas personas reciben una segunda oportunidad en esta vida para entregar sus vidas a Cristo. Efectivamente, la mayoría de las personas tienen numerosas oportunidades. De hecho, el término “segunda oportunidad” por sí mismo no expresa el asunto. El asunto es si hay otra oportunidad de dar la vida a Cristo después de la muerte o después del regreso de Cristo. En el caso de la reencarnación y el purgatorio, el asunto es la idea de que la muerte no sella nuestro destino final. En el caso del escenario de los “Dejados Atrás”, el asunto es la idea de que la venida de Jesús no sella nuestro destino final.

Mientras todas las doctrinas de segundas oportunidades les ofrecen a las personas una esperanza falsa, la verdad de acuerdo a la Biblia es que cuando Jesús regrese, el mundo terminará, no habrá más vida física, no habrá más oportunidades de arreglarse con Dios, y no habrá más tiempo —no habrá siete años, no habrá mil años, no habrá ningún tiempo para nada. La eternidad habrá llegado. La Biblia enseña que Jesús vendrá solamente una sola segunda vez.

El concepto detrás del término “nadie será dejado atrás” debe ser entendido. No quiere decir que todo el mundo será raptado. Ni tampoco quiere decir que cuando la iglesia sea raptada, los malos serán aniquilados. Al contrario, “nadie será dejado atrás” es solamente una manera de expresar la verdad que nadie quedará en esta tierra después de los eventos extraordinarios conectados con la venida de Cristo. Él viene para juzgar tanto a los vivos como a los muertos. Él viene para recibir a algunos a vida eterna y a echar a otros a eterna condenación. Todos estaremos frente a Él. Toda oportunidad para conversión será terminada. Esta vida, este mundo, el tiempo mismo no existirán más. No habrá ninguna oportunidad de última hora para arreglarse con Dios.

El Sistema Cronológico del Futurismo
No Está en las Escrituras

El punto de vista futurista es mucho más que una enseñanza de que Jesús viene otra vez. El futurismo presenta un programa complejo de eventos, y coloca el cumplimiento de la mayoría de las profecías bíblicas en nuestro futuro. Declara dos o más venidas de Jesús, varias resurrecciones, varios grupos diferentes de individuos salvados, varios juicios, y dos templos de los judíos reconstruidos.

El futurismo se da cuenta de los textos bíblicos que expresan diferentes aspectos de la Segunda Venida de Jesús. Reclama que las diferencias sólo pueden armonizarse por teorizar dos venidas futuras. Sin embargo, ninguna Escritura enseña dos venidas futuras; ni tampoco requieren dos venidas los diferentes aspectos. Por ejemplo, la Palabra enseña que la venida de Jesús será tanto un evento de gozo como un evento de temor. Esto no indica de ninguna manera dos venidas; al contrario, indica que habrá dos clases de personas en la tierra cuando Él venga. Para los salvos, será un tiempo de gozo; para los perdidos un tiempo de perdición.

En adición a poner en conflicto un texto contra otro, el futurismo añade ideas que no se encuentran en los textos, y conectan textos que no tienen ninguna relación uno con otro. La verdad es que el sistema cronológico presentado por el futurismo no se puede encontrar en ningún lugar en las escrituras. Considere la siguiente admisión por Hal Lindsey, el escritor futurista de más influencia antes de que la serie “Dejados Atrás” fuera escrita:

Gundry [un pos-tribulacionista] se opone a este escenario. Él hace gran hincapié en el hecho de que las Escrituras no mencionan en ninguna parte la resurrección de la iglesia antes de la Tribulación. Pero tampoco las escrituras mencionan específicamente en ninguna parte la resurrección de la iglesia ni al medio ni al fin de la Tribulación.(6)

Lindsey acepta el “gran punto” de Gundry, añade más, y luego llega a ésta conclusión: ¡La Escritura en ninguna parte menciona específicamente una resurrección de la iglesia (Rapto) antes de, en medio de, o al fin de la Tribulación! ¡Esto es asombroso! A pesar de todos los sermones predicados, libros escritos, y gráficas publicadas, el sistema cronológico del futurismo no existe en las Escrituras —ni en la relación entre el Rapto y la Tribulación, como se admite aquí, ni tampoco en muchos otros puntos vitales estudiados en los varios artículos en este sitio web. Para expresarlo en los términos más bondadosos posible, el plan cronológico del futurismo es una teoría inventada por los hombres y no probada. Es un sistema inventado de cronología utilizando muchas profecías que ya han sido poderosamente cumplidas. Con la caída del sistema cronológico del futurismo, la teoría de dos futuras venidas de Cristo también cae. Ninguna Escritura ofrece dicho programa ni tampoco hace referencia a dos futuras venidas.

El Fin es el Fin

Jesús no dijo, “Como fue en los días de Enoc o Elías…” Jesús dijo, “Como fue en los días de Noé… Asimismo como sucedió en los días de Lot…” (Lucas 17:26, 28). Cuando Enoc fue arrebatado al cielo, el mundo continuó. Cuando Elías fue arrebatado al cielo, el mundo continuó. Sin embargo, cuando Lot escapó de Sodoma, todos los dejados atrás fueron quemados vivos. Cuando Noé escapó dentro del arca, todos los que quedaron afuera se ahogaron. Jesús nunca comparó Su venida con los días de Enoc o Elías, sino a los días de Lot y Noé.

No existe ningún versículo en las Escrituras que ni siquiera insinúe una vida normal en éste planeta después de la venida de Jesús, sea que Su venida sea llamada el Rapto o la Segunda Venida. Los aviones que caen, los bebés que desaparecen, etc., son fábulas, que no son insinuadas en ningún lugar en las Escrituras. Más bien las Escrituras enseñan que cuando Jesús vuelva, será el fin.

JESÚS VIENE…

Una vez que reconozcamos que las Escrituras enseñan sólo una segunda venida, estaremos listos para examinar los numerosos textos que hablan de éste tremendo evento. Esto no quiere decir que las Escrituras nos den un relato detallado o que podremos construir una cronología de todos los elementos envueltos. Debemos cuidarnos de la tentación de exponer lo que no sabemos. “Las cosas secretas pertenecen a Jehová nuestro Dios, mas las reveladas son para nosotros” (Deuteronomio 29:29).

Muchos textos tratan con eventos relacionados con la venida de Jesús. Sin embargo, para ayudar en aclarar el asunto, en éste estudio sólo serán citados los textos que directamente mencionan Su venida. En casi todos los ejemplos, la palabra “venida” o el verbo “venir” se usa en alguna forma. La meta es obtener esclarecimiento de cuáles eventos y cuáles características se conectan a la Segunda Venida de Jesús según las Escrituras. En el año 30 d.C., al ascender Jesús,

le tomó sobre sí una nube que le ocultó de sus ojos. Y estando ellos con los ojos puestos en el cielo, entretanto que él se iba, he aquí que se pusieron junto a ellos dos varones con vestiduras blancas, los cuales también les dijeron: Varones galileos, ¿por qué estáis mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido tomado de vosotros al cielo, vendrá así, tal como le habéis visto ir al cielo (Hechos 1: 9-11).

Años después de la ascensión de Jesús, el Espíritu Santo declaró:

Vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2:12-13).

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, a los que le esperan ansiosamente para salvación (Hebreos 9:28).

¡Jesús viene por segunda vez! Veamos ahora cómo será Su Segunda Venida.

… Viene Visiblemente para Todos

La venida de Jesús será observada por todos:

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén (Apocalipsis 1:7).

Hasta los malos entenderán lo que está pasando; por tanto, lamentarán. De hecho, Jesús mismo categorizó cualquier reportaje noticiero de Su venida como prueba de que todavía no ha venido. Cualquier explicación de que Él ha venido es automáticamente prueba de que Él no ha venido. Cuando Él venga, todo el mundo lo sabrá, nadie necesitará explicaciones. Escuche al Maestro:

Entonces, si alguno os dice: Mirad, aquí está el Cristo, o mirad, allí está, no lo creáis… Así que, si os dicen: Mirad, está en el desierto, no salgáis; o mirad está en las habitaciones interiores, no lo creáis. Porque así como el relámpago que sale del oriente y brilla hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre… y entonces harán duelo todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo (Mateo 24:23, 26-27, 30).

… Viene en Gloria y Poder

Al continuar con el texto anterior, Jesús dice que Su Segunda Venida será con poder y gloria. Será en gran contraste con Su primera venida, cuando Él vino humilde como un carpintero para ser abusado por Su propia gente:

Y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria (Mateo 24:30).

El Hijo del Hombre… cuando venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles (Marcos 8:38).

Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles (Mateo 16:27).

… Viene a Levantar a los Muertos

Porque ya que la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo las primicias; después los que son de Cristo en su venida. Después el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre (1 Corintios 15:21-24).

Por lo cual os decimos esto por palabra del Señor: que nosotros los que vivamos, los que hayamos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivamos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para salir al encuentro del Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor (1 Tesalonicenses 4:15-17).

Sean buenos o malos, todos morimos por causa de Adán. De la misma manera, todos seremos levantados de los muertos por causa de Cristo. Aquellos que estén vivos cuando Jesús vuelva no tendrán ventaja sobre los que están muertos. De hecho, los santos que han muerto serán levantados antes de que cualquiera sea llevado para estar con el Señor.

… Viene a Juzgar al Mundo

La venida de Jesús traerá bendición y maldición, esperanza y temor, promesa y castigo. Será maravilloso y terrible. ¿Cómo puede ser ambas cosas al mismo tiempo? Porque Él vendrá a juzgar y a recompensar a todos nosotros de acuerdo a la vida que hayamos vivido:

Porque el Hijo del Hombre ha de venir en la gloria de su Padre con sus ángeles, y entonces pagará a cada uno conforme a su conducta (Mateo 16:27).

Un relato sobresaliente acerca de la venida de Jesús a juzgar a toda la humanidad se encuentra en Mateo 25:

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria y serán reunidas delante de él todas las naciones, y separará los unos de los otros, como separa el pastor las ovejas de los cabritos… Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo… De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles (Mateo 25:31-32, 34, 40-41).

Jesús viene con Sus ángeles y en gloria. ¡Será el día de juicio! Se sentará en un trono con todas las naciones reunidas delante de él, y serán separados en dos grupos. Jesús indica que una base para el juicio será cómo hemos tratado a Sus hermanos. Otras Escrituras enseñan que estos son hermanos espirituales y no físicos. Durante Su ministerio, Jesús hizo muy claro que la relación física con Él no resultaba en favores especiales, aunque sea para Su madre o Sus hermanos:

Había una multitud sentada alrededor de él, y le dijeron: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan. Él les respondió diciendo: ¿Quienes son mi madre y mis hermanos? Y mirando en torno a los que estaban sentados en corro a su alrededor, dijo: Éstos son mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad de Dios, ése es mi hermano, mi hermana, y mi madre (Marcos 3:32-35).

Nuestro juicio y destino eterno son basados en parte en nuestro comportamiento hacia los hermanos, hermanas, y madre de Jesús —aquellos que hacen la voluntad de Dios. Jesús dice además que Él vendrá a juzgarnos de acuerdo a lo que hayamos hecho con lo que Él nos ha confiado:

Porque el reino de los cielos es como un hombre que, al irse de viaje, llamó a sus siervos y les encomendó sus bienes… Después de mucho tiempo, volvió el señor de aquellos siervos, y ajustó cuentas con ellos (Mateo 25:14, 19).

He aquí, vino el Señor con sus santas decenas de millares, para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos hablaron contra él (Judas 14-15).

El juicio envuelve una decisión divina que resulta en exoneración o castigo. Por tanto, los textos citados hablan de los dos resultados. Los textos en las siguientes dos secciones están estrechamente relacionados al juicio, pero se concentran más en los resultados que en el mismo juicio.

… Viene a Castigar a los Malos

En la segunda epístola de Pablo a los Tesalonicenses, él presenta muchas verdades relacionadas con la venida del Señor, incluyendo el castigo de los malos en general y el castigo del hombre de pecado en particular:

Cuando sea revelado el Señor Jesús desde el cielo con los ángeles de su poder, en llama de fuego, para dar retribución a los que no conocieron a Dios ni obedecen al evangelio de nuestro Señor Jesucristo; los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su potencia, cuando venga para ser glorificado en aquel día en sus santos y ser admirado en todos los que creyeron… Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo, y nuestra reunión con él… Nadie os engañe en ninguna manera, porque no vendrá sin que antes venga la apostasía, y sea revelado el hombre de pecado… a quien el Señor matará con el espíritu de su boca, y lo reducirá a la impotencia con la manifestación de su venida (2 Tesalonicenses 1:7 a 2:8).

Una de las cosas más claras en la profecía es lo que Pablo enseña en 2 Tesalonicenses 2. Léalo de nuevo usted mismo a ver si lo siguiente es una paráfrasis verdadera del texto parcialmente citado arriba: Jesús viene a castigar eternamente a los malos y al mismo tiempo Él glorifica a Sus santos. Su venida no sería inmediata, porque la apostasía y el hombre de pecado tenían que venir primero. De hecho, cuando Jesús venga, el hombre de pecado será destruido.

… Viene a Recibir a los Salvos en el Cielo

El Espíritu Santo dice en Efesios 4:4 que los cristianos tienen “una misma esperanza”. Esa esperanza bendita está conectada con la venida de Jesús:

Y verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo con poder y gran gloria. Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y reunirán a sus escogidos, de los cuatro vientos, desde un extremo del cielo hasta el otro (Mateo 24:30-31).

No se turbe vuestro corazón, creéis en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas mansiones; si no, ya os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros. Y si me voy y os preparo lugar, vendré otra vez, y os tomaré conmigo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis (Juan 14:1-3).

Más nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo; el cuál transfigurará el cuerpo de nuestro estado de humillación, conformándolo al cuerpo de la gloria suya, en virtud del poder que tiene también para someter a sí mismo todas las cosas (Filipenses 3:20-21).

… Viene a Destruir la Tierra

El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Pero de aquel día y de aquella hora nadie sabe, ni aun los ángeles del cielo, sino sólo mi Padre. Mas como en los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dándose en matrimonio, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no se dieron cuenta hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre (Mateo 24:35-39).

El mismo Hijo del Hombre declaró estas emocionantes palabras. He aquí algunas verdades vitales expresadas por Él:

  1. Esta tierra un día será destruida.

  2. Nadie sabe cuándo pasará.

  3. Será similar a los días de Noé.

  4. Tomará lugar cuando Jesús venga otra vez.

  5. La vida en la tierra será normal hasta ese tiempo.

  6. El fin vendrá inesperadamente.

  7. Los malos serán llevados sin ninguna segunda oportunidad.

Muchos años después de la ascensión de Jesús, el inspirado apóstol Pedro escribió acerca de los mismos eventos:

En los últimos días vendrán burladores sarcásticos, andando según sus propias concupiscencias, diciendo: ¿Dónde está la promesa de su Venida?... Éstos ignoran voluntariamente que… el mundo de entonces pereció anegado en agua; pero los cielos y la tierra actuales, están reservados por la misma palabra, guardados para el fuego en el día del juicio y de la perdición de los hombres impíos… Pero el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche, en el cual los cielos desaparecerán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas… Pero esperamos, según su promesa, cielos nuevos y tierra nueva, en los cuales habita la justicia (2 Pedro 3:3-7, 10, 13).

Las palabras inspiradas de Pedro nos ayudan a entender muchas cosas relacionadas a la Segunda Venida de Jesús:

  1. Los incrédulos, que viven en sus concupiscencias, se burlan de la Segunda Venida de Jesús.

  2. Ellos también ignoran voluntariamente la evidencia de un diluvio mundial.

  3. El mundo que existió en tiempos de Noé pereció.

  4. El mismo Dios quien una vez destruyó la tierra con un diluvio se está preparando para destruirla por segunda vez con fuego.

  5. La destrucción de la tierra no será hecha por el hombre. Será por “la misma palabra” que inundó el mundo en el tiempo de Noé; será “el día del Señor”.

  6. Nadie sabe cuándo pasará.

  7. El fin vendrá inesperadamente como la venida de un ladrón.

  8. No sólo la tierra sino también los cielos serán disueltos.

  9. Será un tiempo de juicio y perdición para los malos; no se menciona ninguna segunda oportunidad.

  10. Será el comienzo de nuevos cielos y nueva tierra para los justos.

Tanto Jesús como Pedro declararon un paralelo importante entre el diluvio de Noé y la venida de Jesús. Ambos suceden inesperadamente. Ambos traen el final del mundo en existencia. Ambos eliminan cualquier posibilidad de una segunda oportunidad.

A la medida que el conocimiento del hombre aumenta, también aumenta su habilidad de causar dolor y muerte. ¿Vendrá pronto el día en que alguien “apriete un botón” para destruir la civilización? ¿Está el hombre encaminándose inevitablemente a la destrucción de sí mismo?

¡De ninguna manera! El hombre no se creó a sí mismo, ni tampoco se destruirá a sí mismo. Ninguna tercera guerra mundial ni cualquier otra acción que el hombre tome traerá el fin de este mundo. Ni siquiera la sobrepoblación o el calentamiento del planeta. El fin de éste mundo no será el “día del hombre”. ¡Será el “día del Señor”, el día de “la venida del Hijo del Hombre”! Si acaso alguien piensa que el texto esté hablando de una guerra nuclear hecha por los hombres, note que también los cielos pasarán. El juez de todo va a acabar tanto los cielos como la tierra por Su propio poder cuando Él esté listo para hacerlo. Él no necesita nuestra ayuda. Lo que Él requiere es que estemos preparados para encontrarnos con Él.

… Viene a Inaugurar la Eternidad

Una porción del texto en Mateo 25 relacionado con el juicio se citó previamente. Este capítulo también nos dice que Su venida y el juicio inauguran la eternidad. Jesús viene, juzga a las naciones, y todos entramos a la eternidad.

Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, y serán reunidas delante de él todas las naciones, y separará a los unos de los otros… E irán éstos al castigo eterno, mas los justos a la vida eterna (Mateo 25:31-32, 46).

… Viene Sin Avisar

Jesús vendrá como ladrón. Esto no quiere decir que Él vendrá secretamente. Este concepto en las Escrituras siempre significa venir sin previo aviso, venir inesperadamente:

Dichosos aquellos siervos a los cuales su señor, cuando venga, halle velando… Y aunque venga a la segunda vigilia, y aunque venga a la tercera vigilia, si los halla así, dichosos son aquellos siervos. Pero sabed esto, que si supiese el padre de familia a qué hora iba a venir el ladrón, velaría, y no permitiría que horadaran su casa. Vosotros, pues, también, estad preparados, porque a la hora que no penséis, el Hijo del Hombre vendrá (Lucas 12:37-40).

Jesús nos advierte que tenemos que estar listos y velando. No velamos buscando arriba en las nubes por él. No velamos buscando señales. Velamos prestando especial atención a la batalla espiritual que estamos peleando. Después de agonizar en oración por un tiempo en el jardín de Getsemaní, Jesús encontró a los discípulos durmiendo. Y Él les preguntó,

¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora? Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está animoso, pero la carne es débil (Mateo 26:40-41).

Cuando las autoridades llegaron para arrestar a Jesús, Pedro valientemente desenvainó y empuñó su espada. Sin embargo, en cuestión de horas él demostró cuán débil su carne era. Cuando fue cuestionado por una muchacha sierva sencilla acerca de su relación con Jesús, Pedro negó que lo conocía.

Como Sansón y muchos de nosotros, Pedro era fuerte para las batallas físicas, pero resultó ser un cobarde durante la batalla espiritual. Jesús hasta le había dicho de antemano a Pedro que esto pasaría, pero Pedro tenía confianza en sí mismo. Por esta razón, él no se preocupó por velar en oración para poder resistir la tentación venidera. No esperamos la venida de Jesús mirando hacia el cielo con los ojos físicos. Ni tampoco esperamos con una espada contra los enemigos de Dios. Más bien velamos por estar alerto a los peligros espirituales personales. Velamos al ser fieles a Jesús en toda situación, al estar listos espiritualmente para Su regreso.

… Viene a Cerrar la Puerta

Cuando Noé y su familia entraron en el arca, “Jehová le cerró la puerta” (Génesis 7:16). Así como Dios cerró la puerta en aquél entonces, así se cerrará la puerta del cielo cuando Jesús venga:

Entonces el reino de los cielos será semejante a diez vírgenes que, tomando sus lámparas salieron a recibir al esposo… Y a la medianoche se oyó un grito: ¡Aquí viene el esposo… Y las insensatas dijeron… nuestras lámparas se apagan… Pero mientras ellas iban a comprar, vino el esposo… y se cerró la puerta. Después vinieron también las otras vírgenes diciendo: ¡Señor, Señor, ábrenos! Pero él, respondió y dijo: De cierto os digo, que no os conozco. Velad, pues, porque no sabéis el día ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir (Mateo 25:1, 6, 8, 10-13).

La puerta se cerró. El asunto no es si estamos preparados para el próximo ataque terrorista. No es si estamos preparados para el colapso de la civilización por la sobre-contaminación, la sobrepoblación y la sobreproducción. El asunto es si estamos preparados para encontrarnos con Dios (Amos 4:12). El asunto es si estamos preparados para la venida de Jesús o para nuestra propia muerte, no importa cuál venga primero. El asunto es si estamos preparados para el juicio y la eternidad.

El mensaje de la parábola de las diez vírgenes no es tanto prepárese, como es manténgase preparado. El problema de las cinco vírgenes insensatas fue que el esposo se tardó (Mateo 25:5). Las cinco vírgenes insensatas tenían suficiente aceite para corto tiempo. Sin embargo, no estaban preparadas para el largo plazo. No tenían lo que necesitaban para seguir adelante con perseverancia. El mensaje de las diez vírgenes no es que estemos preparados para la venida de Jesús en el año 2016 tan solo para descuidarnos cuando Él tarde en venir. El mensaje es estar preparados y siempre quedarnos preparados no importa cuánto tiempo Él demore Su venida.

El mensaje de ésta parábola es también “se cerró la puerta”. Cuando Jesús vuelva, todo se acabó: no habrá arrepentimiento de última hora, no habrá plegaria de último minuto, y no habrá tiempo para reflexionar y cambiar. “Se cerró la puerta” lleva un mensaje de finalidad. Cuando Jesús vuelva, el tiempo termina y la eternidad ha llegado. No habrá oportunidad de reencarnar, no habrá oportunidad de purgatorio, no habrá oportunidad de ser un santo de la Tribulación, no habrá oportunidad para nada. Será el tiempo del juicio. Muertos y vivos todos estaremos delante del Juez para que Él declare nuestro destino eterno. Nuestras oportunidades de escoger cesarán irrevocable y repentinamente. La puerta se cerrará.

¿Está Usted Listo?

Un día un par de mujeres cristianas indicaron que ellas no estaban muy interesadas en la profecía. En vez de aquello, estaban interesadas en los aspectos prácticos de la vida cristiana. ¿Es práctica la profecía o no? Varias respuestas se pueden dar a ésta pregunta. Entre otras cosas, la profecía es práctica porque nos motiva a vivir vidas santas en preparación para la eternidad. Escuche al apóstol inspirado:

Que en los últimos días vendrán burladores sarcásticos, andando según sus propias concupiscencias, y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su Venida?… Pero el día del Señor vendrá como un ladrón en la noche; en el cuál los cielos desaparecerán con gran estruendo… Puesto que todas estas cosas han de ser deshechas, ¡qué clase de personas debéis ser en vuestra conducta santa y en piedad (2 Pedro 3:3-4, 10-11).

Aquellos que se mofan de la predicción no cumplida de la venida de Jesús lo hacen para tranquilizar sus conciencias mientras viven en sus deseos carnales. Por otro lado, aquellos que prestan atención a las profecías del fin son motivados a vivir una vida santa. Esto suena como un mensaje muy práctico en medio de nuestra sociedad que ama tanto el placer.

JESÚS VIENE…

… Viene Visiblemente para Todos
… Viene en Gloria y Poder
… Viene a Levantar a los Muertos
… Viene a Juzgar al Mundo
… Viene a Castigar a los Malos
… Viene a Recibir a los Salvos en el Cielo
… Viene a Destruir la Tierra
… Viene a Inaugurar la Eternidad
… Viene Sin Avisar
… Viene a Cerrar la Puerta

¿Está Usted Listo?

He aquí un proverbio antiguo, por un autor desconocido, que ha tocado muchas almas:

Sólo una vida, que pronto pasará;
Sólo lo que se hace por Cristo durará.

Sólo una vida. Sólo una muerte. Sólo una venida de Cristo. Sólo una oportunidad para arreglarte con Dios —ahora, en ésta vida, antes de la muerte, o antes que Jesús regrese.

Dice el Espíritu Santo:
Si oís hoy su voz,
No endurezcáis vuestros corazones (Hebreos 3:7-8).

Hoy, mientras hay tiempo. “Por tanto, también vosotros estad preparados, porque el Hijo del Hombre vendrá a la hora que no penséis” (Mateo 24:44). Cuando Él venga, el tiempo se habrá acabado.

Textos bíblicos de la Santa Biblia, Reina Valera Revisada® RVR® Copyright © 2018 por HarperCollins Christian Publishing. Citada con permiso. Reservados todos los derechos en todo el mundo.

Traducido por David L. Elliott et al.

NOTAS:

  1. Tim LaHaye, Apocalipsis Sin Velo, traducción por Cecilia Romanenghi de Francesco (Miami, Florida: Editorial Vida, 2000), p. 269.

  2. Mark Hitchcock, 101 Respuestas a las Preguntas Más Frecuentes Acerca de los Últimos Tiempos, traducción por Dr. Andrés Carrodeguas (Miami, Florida: Editorial Unilit, 2006), p. 118.

  3. Ibid., pp. 119-121.

  4. Tim LaHaye y Jerry Jenkins, El Comando Tribulación, (Dejados Atrás 2), traducido por Nellyda Palovsky, (Miami, Fl.: Editorial Unilit, 1998), p. 32.

  5. LaHaye, Apocalipsis, p. 183.

  6. Hal Lindsey, The Rapture: Truth or Consequences (New York: Bantam Books, 1985), pp. 192-93.