oracion-salvacion

 
 

La Oración De Salvación

Por David Vaughn Elliott

"Si usted acepta el mensaje de Dios para salvación... Usted puede convertirse en hijo de Dios orándole ahora mismo". Ese es un camino a la salvación ampliamente proclamado. He aquí un ejemplo de tal oración escrita al final de un tratado por "the American Tract Society":

"Querido Dios, Yo sé que soy un pecador y no puedo salvarme. Pero sí creo que Tú me amas, y que Tú enviaste a Tú Hijo, Jesús, para morir en la cruz por mis pecados. Aquí y ahora mismo, pido que Tú me perdones por cada uno de mis pecados y que me des el don de vida eterna. Gracias, querido Dios, por escuchar y contestar mi oración y por darme la vida eterna como Tú prometiste hacer. Amen".

Clarificando el Asunto

Antes de examinar la "oración de salvación" y considerar la alternativa para esa oración, tenemos que entender claramente lo que el asunto aquí no es – para los creyentes de la Biblia.

La Sangre de Jesús no es el asunto aquí. Virtualmente todos los que aceptamos la Biblia como la inspirada Palabra de Dios estamos completamente de acuerdo que "sin derramamiento de sangre no hay perdón" (Hebreos 9:22).

La Gracia no es el asunto aquí. La mayoría de nosotros que aceptamos la Biblia como la única fuente de doctrina divina estamos de acuerdo que aparte de la gracia de Dios no hay salvación. El hombre no puede salvarse a sí mismo: "Todos pecaron... siendo justificados gratuitamente por su gracia" (Romanos. 3:23-24). Nadie merece la salvación.

La Fe no es el asunto aquí. ¿Quién podría argumentar contra uno de los versículos mejores conocidos de la Biblia? "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16). Tenemos que creer en el poder salvador de la muerte de Jesús por nosotros. Fe, sí; pero ¿la fe sola? ¿Será que solo y simplemente el hecho de creer que Jesús es mi Salvador, lo hace mi Salvador? ¿Será que toda fe salva?

La Doctrina de "La Fe Solamente"

La enseñanza más popular entre creyentes de la Biblia hoy día es que somos salvos por la fe solamente. Es común leer un tratado o ver un predicador por TV declarando que una persona no puede salvarse por la religión, una buena vida, el bautismo, o el amor hacia el prójimo. Más bien, se nos dice que es sencillamente asunto de creer, aceptar el sacrificio de Jesús por nuestros pecados e invitar a Jesús a nuestros corazones.

El concepto de hoy de la fe solamente le debe gran parte de su impulso a Martín Lutero. Lutero vio claramente en la Palabra de Dios que no podemos salvarnos a nosotros mismos. Vio que la salvación es por la gracia y se puede obtener por fe en la obra redentora de Jesús en la cruz. Sin embargo, Lutero concluyó que no sólo somos salvos por la fe, sino por la fe solamente. Se atrevió a alterar la Palabra de Dios. Romanos. 3:28 lee, "el hombre es justificado por la fe". Lutero lo cambió para que leyera, "justificado por la fe solamente". Lutero menospreció el libro de Santiago como una "epístola de paja" porque declara: "Vosotros veis que el hombre es justificado por las obras y no solo por la fe" (Santiago 2:24). ¡No estaba de acuerdo con el único texto en toda la Biblia hablando de salvación que usa la frase "no solo por la fe"!

Aun presumiendo que Santiago sea una "epístola de paja" y que sea removida de la Biblia, la Biblia sigue enseñando que tenemos que hacer algo para ser salvos. Jesús declaró, "No todo el que me dice: 'Señor, Señor', entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos" (Mateo 7:21). ¿Serán las palabras de Jesús paja también? ¡Absolutamente que no! ¿Enseñaba Jesús la fe? ¡Absolutamente! ¿Enseñaba la fe solamente? ¡Absolutamente que no!

"Solamente" Pervierte la Verdad Divina

La Gracia: Nuestra necesidad de la gracia de Dios es abundantemente clara en las Escrituras. Nuestra necesidad de tener fe también es abundantemente clara. Sin embargo, cuando se añade "solamente" a estas dos declaraciones, resulta en confusión. A menudo se dice que “somos salvos por la gracia solamente por fe solamente". Esto es una contradicción en sí misma. Es un abuso del idioma decir que somos salvos por ambos y luego añadir "solamente" a cada una.

La Muerte de Jesús: Es una cosa decir que somos salvos por la muerte de Jesús. Es muy diferente decir que somos salvos solamente por la muerte de Jesús. En 1 Corintios 15:3, Pablo afirma, "Cristo murió por nuestros pecados". Sin embargo, el versículo 17 añade, "Si Cristo no ha resucitado, vuestra fe es falsa; todavía estáis en vuestros pecados". Un salvador muerto no es ningún salvador.

La Fe: Es una cosa decir que somos salvos por la fe. Es muy diferente decir que somos salvos solamente por la fe. Pablo nos informa, "si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy" (1 Corintios 13:2). La fe menos el amor, no es nada. El apóstol Juan escribió: "Todo el que ama es nacido de Dios y conoce a Dios. El que no ama no conoce a Dios" (1 Juan 4:7-8). La fe sin amor es vacía; no salva a nadie.

Cuando Pablo habló de la fe, en la epístola a los Romanos, ¿quería decir que podemos desobedecer a Dios siempre y cuando creamos en Su Hijo? En Romanos 6:17, Pablo habla de la transformación que había tomado lugar en la vida de los hermanos en Roma: "Pero gracias a Dios, que aunque erais esclavos del pecado, os hicisteis obedientes de corazón a aquella forma de enseñanza a la que fuisteis entregados". Romanos es un gran libro sobre la salvación por fe; nunca fue un libro acerca de la salvación por la fe solamente.

Nadie Acepta "La Fe Solamente"

La discusión arriba, por si sola, no trata con el asunto principal. La realidad es que nadie cree que la salvación es por fe solamente, aunque la idea es repetida, defendida, predicada y sinceramente creída. El término "fe solamente" es un nombre equivocado. Aun los que enseñan la doctrina hablan mucho de "la fe salvadora".

De cualquier manera que una persona quiera expresarlo, hay un acuerdo general entre todos los creyentes de la Biblia de que necesitamos más que una fe simplista, más que un reconocimiento de que Jesús murió por nuestros pecados. La fe que no produce ningún cambio en la vida es insuficiente; una fe que nunca se expresa le falta algo.

El Arrepentimiento: A pesar de que no se expresa a menudo, muchos que sostienen la doctrina de fe solamente están de acuerdo que no puede haber salvación sin arrepentimiento. Están de acuerdo con esto, aunque el arrepentimiento no se menciona en la mayoría de las Escrituras que enseñan salvación por la fe. Se explica que el arrepentimiento es parte de la fe salvadora. Se presume que tenemos que arrepentirnos porque Jesús lo manda en las Escrituras como Lucas 13:3: "Si no os arrepentís, todos pereceréis igualmente". Esta presunción está muy correcta. Absolutamente tenemos que ver otros versículos además de los que hablan de la fe. Sin embargo, una vez el arrepentimiento se acepta como requisito para perdón de los pecados, la salvación ya no es por la fe solamente.

La Oración de Salvación: ¿Por qué terminan los sermones con una invitación para "orar esta oración conmigo"? ¿Por qué tantos tratados terminan con la oración del pecador? Si la salvación es por la fe solamente, ¿por qué la oración? ¿Podría ser que a pesar de que los predicadores repiten las palabras de la fe solamente, en lo más interior de su ser reconocen que todos necesitamos actuar sobre nuestra fe? ¿Podría ser que profundamente su sentido común, o aún el "sentido de las Escrituras", les dice que tiene que haber alguna clase de respuesta visible, que la salvación no puede ser un asunto totalmente privado, y que la gente tiene que hacer algo?

Jesús está de acuerdo que los pecadores tienen que hacer algo. Sin embargo, Jesús no dijo, "El que crea y diga la oración del pecador será salvo". ¡Jamás! Jesús dijo, "El que crea y sea bautizado será salvo" (Marcos 16:16). ¡Los hombres han sustituido la oración del pecador por el bautismo del pecador! Al así hacerlo, han admitido que no creen en "fe solamente".

Traducido y editado por:  J. Pérez y Jennie Montalvo

Scripture taken from La Biblia de las Américas ® (LBLA), Copyright © 1986, 1995, 1997 by The Lockman Foundation. Used by permission. www.LBLA.com