¿hay reencarnación después de la muerte?

Por David Vaughn Elliott

Es oportuno distinguir entre dos palabras similares: "encarnación" y "reencarnación". "Encarnación" implica la idea de que un espíritu llega a habitar un cuerpo humano. "Reencarnación" lleva la idea de entrar en un cuerpo animal o humano varias veces. El primero implica un solo hecho. El segundo implica un hecho que puede repetirse muchísimas veces.

Aunque la Biblia no emplea la palabra "encarnación", claramente enseña esa idea al referirse a Jesucristo como el Verbo. Dice Juan 1:1, 14: "En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios… Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros". Sí, el eterno Hijo de Dios dejó la gloria que tenía con su Padre desde antes de la creación del mundo (Juan 17:5). Dejó aquella gloria, para encarnarse: "fue hecho carne".

Pero, ¿ha venido el Verbo al mundo a través de muchas reencarnaciones, ya sea en Buda o en Krisna o en cualquier otro? Hebreos 9:23-28 descarta la idea de que Cristo se haya "ofrecido" o haya "padecido" "muchas veces". En cambio, sí afirma que "fue ofrecido una vez". Es decir, el Verbo vino una sola vez a este mundo y murió una sola vez. Romanos 6:9 dice que "Cristo, habiendo resucitado de entre los muertos, ya no muere". Así que Cristo se encarnó una sola vez. Hebreos 9:28 nos informa que Cristo aparecerá "la segunda vez"; pero esta vez vendrá con toda su gloria para juzgar al mundo (2 Tesalonicenses 1:7-10).

El mismo texto que afirma la única muerte de Cristo, también afirma lo mismo en relación a todo ser humano. "Y de la manera que está establecido a los hombres que mueran una vez, y después el juicio" (Hebreos 9:27). El ser humano vive una sola vez en este mundo. Muere una sola vez; y ya no reencarna, sino que lo que tiene que esperar es el juicio final.

La doctrina de la reencarnación es cien por ciento pagana. Hoy día, muchos no están satisfechos con la Biblia, sino que quieren agregarle las paganas doctrinas del Oriente. El hambre de la India se debe, en gran parte, a la creencia en la reencarnación. Creyendo de que los animales poseen los espíritus de sus antepasados, no matan a las vacas para comérselas ni destruyen a las ratas que consumen sus cosechas.

Lo atractivo, y a la vez lo diabólico de la doctrina de la reencarnación es que afirma que no existe el juicio final. Afirma que sólo existe un proceso gradual de purificación mediante la reencarnación en tantas vidas sean necesarias. Sin embargo, la Biblia claramente declara el juicio venidero y nos advierte que tenemos sólo una vida en la cual podemos prepararnos. Lea Apocalipsis 20:11-15.