¿Es Cierto Que El Fruto Prohibido Fue...?

Por David Vaughn Elliott

Algunos dicen que el fruto prohibido fue una manzana, pero la Santa Biblia no confirma tal idea. Génesis 2:17 habla del "árbol de ciencia [o conocimiento] del bien y del mal". Génesis 3:3 habla del "fruto del árbol que está en medio del huerto". Desconocemos qué clase de fruto haya sido éste.

Otros opinan que ese fruto fue "la relación sexual". Ellos observan que cuando Adán y Eva comieron, "fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban desnudos" (Génesis 3:7). Entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales y en vano intentaron esconderse de Dios. Es cierto que al pecar se avergonzaron, pero sobre este particular, en nada lo relaciona la Biblia con la actividad sexual.

Aun antes de comer ellos del fruto prohibido, Dios había instruido a Adán y a Eva: "Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra" (Génesis 1:28). Puesto que es imposible cumplir este mandamiento sin tener las relaciones sexuales, queda completamente claro que ese primer pecado no consistió en tener tales relaciones. En cambio, ¡Dios sí ordenó el tener las relaciones sexuales!

En vista de que Jehová Dios jamás ha mandado a nadie a fornicar, es preciso entender que fue Él mismo quien unió a la primera pareja humana en matrimonio. Y dijo Dios, "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y allegará a su mujer, y serán una sola carne" (Génesis 2:24). En Mateo 19:1-9, Cristo relacionó estas mismas palabras con el matrimonio y condenó el divorcio. La Biblia entera nos enseña que las relaciones sexuales dentro del matrimonio son bendecidas por Dios, mientras que estas mismas relaciones, pero fuera del matrimonio son condenadas (Hebreos 13:4).

¿Qué fue, pues, ese fruto prohibido? Fue exactamente lo que la Biblia dice: el árbol fue un árbol, y el fruto fue un fruto. No existe base bíblica para atribuirle un significado simbólico. Dios eligió un árbol, cualquiera que haya sido, y le prohibió al hombre comer su fruto. Así Dios le dio al hombre la alternativa de escoger entre hacer la voluntad divina o la voluntad humana. Fue una prueba de humildad y de obediencia.

El problema central de los hombres es que somos orgullosos, egoístas y soberbios. Queremos discutir con Dios. Nos parece injusto la prohibición de un fruto bueno. Por tanto, nos negamos a aceptar de que simplemente haya sido un fruto e igualmente rechazamos muchos de los mandamientos de Dios. Por nuestra rebeldía, preferimos aplicar nuestros propios juicios en vez de aceptar los juicios de Dios.

La Biblia fue escrita para mostrarle al hombre que es pecador, que su pecado es horrible y que ese pecado es lo que le condena. La Biblia también fue escrita para ofrecerle al hombre la salvación de esa condenación. Esperamos que con este estudio usted se motive a estudiar más cuidadosamente su propia Biblia.